- Las claves de Carlos Slim y Bill Gates, los dos hombres más ricos del mundo
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Un blog para comparar las clases sociales
Teódulo López Meléndez
1. Ministerio de Lucha Contra la Pobreza 2. Enfoque integral 3. Batalla contra la segregación social y exclusión 4. Prioridad a la mujer 5. Focalización 6. Microempresa y microcrédito 7. Ley de Desarrollo Social 8. Programa nacional de solidaridad 9. Autogestión comunitaria
Los esfuerzos de la Campaña del Milenio de las Naciones Unidas establecen para 2015 objetivos ambiciosos como la reducción drástica de las personas que sufren hambre, la de las personas cuyos ingresos son inferiores a un dólar diario y el empleo productivo y trabajo digno para todos, incluyendo mujeres y jóvenes. He allí los propósitos de la Cumbre del Milenio, objetivos en los que se ha avanzado, no sin variantes en diversas partes del planeta.
Mucho se ha discutido sobre el concepto mismo de pobreza, uno especialmente centrado en lo económico, pero con implicaciones políticas y sociológicas. Ser pobre es tener la imposibilidad de acceso a la satisfacción de las necesidades físicas y psíquicas básicas. Ello incluye alimentación, vivienda, educación, salud y agua potable, uno de los problemas de este milenio. Se agregan especificaciones como segregación social y exclusión. Los objetivos del Desarrollo del Milenio han trazado planes y coordinaciones, manejo de los recursos, programas realistas, maximización de la eficacia del gasto público.
Es evidente que la lucha contra la pobreza requiere un enfoque integral pues no podemos limitarla a la falta de ingresos sino ubicarla en la falta de oportunidades, de seguridad y participación en las decisiones. Tiene, además, implicaciones de comercio internacional y de alivio de la deuda. En lo específico venezolano creemos que debemos acelerar ese combate desde dos ángulos prioritarios: centrarlo en la mujer y en los programas microfinancieros y de desarrollo local, lo que debemos enmarcar en una Ley General de Desarrollo Social. Debemos crear un Comité Técnico de Medición de la Pobreza para ir controlando los avances o retrocesos y un cuerpo político que maneje los programas con la más absoluta prioridad del Estado. Bien puede oírse a los organismos internacionales o aprovechar recursos por ellos puestos al servicio del Plan del Milenio, pero Venezuela debe especificar programas, unos que deben estar muy lejos de cualquier intento de manipulación política.
Soy enemigo de crear ministerios y creo que habrá que eliminar unos cuantos, pero en el caso específico estoy inclinado a la creación del Ministerio de Lucha contra la Pobreza, no sólo para poner el énfasis en un programa prioritario del Estado sino para que tenga la fuerza política de coordinar dependencias, pues habrá que apelar a todas las centrales, pero también a las regionales y a las locales. Hay que implicar a todos los grados del poder, pues pienso que lo que debemos adelantar es una focalización. Esto es, censo por barrio o localidad de las habilidades que puedan ser objeto de organización productiva y la recurrencia inmediata al microcrédito. Creo que este programa debe centrarse en las mujeres. Hablo de proyectos de todo tipo, de una imaginación alimentada por los funcionarios que realicen las investigaciones y de un sistema de préstamos tales como los implementados de manera más que exitosa por el Banco de los Pobres de Bangladesh y que mereció a su titular el Premio Nobel de Economía. Hablo de las zonas urbanas y reconozco las diferencias con los programas a implementar en las rurales, pero hay suficientes experiencias para desarrollar planes. El Estado da infraestructura, desde caminos hasta servicios de salud, pero debe ser la gente, con toda la asistencia necesaria, la que vaya a la capacitación y empleo cooperativo para el fomento de los recursos naturales y hasta el establecimiento de casas-escuelas para niños de estas zonas marginadas.
Propongo trazar un Programa Nacional de Solidaridad para involucrar no sólo a la empresa privada sino a la población toda, como para aprovechar oportunidades de empleo y capacitación voluntaria e implementar un método de trabajo comunitario entendible por la gente que muestre solidaridad. No se trata de asistencia, se trata de ayuda estructural y además condicionada: para hacerse beneficiario se pone como condición la asistencia de los niños a la escuela. Es mi principio general: todo el que quiere reivindicaciones deberá pagarlas con su superación personal.
Mucho se habla de la pequeña y mediana empresa, pero nadie se refiere a la microempresa que creo una de las armas claves para enfrentar el tema. Y la prioridad en este campo deben ser las mujeres. Cuando hablo de mujeres es obvio que estoy pensando en los niños. Debemos ir hacia el análisis socioeconómico de región por región, de zona por zona, de barrio por barrio y una cosa sumamente importante: la identificación de los patrones culturales y el consecuencial estilo de vida imperante en cada sitio, la determinación de programas sobre esos sitios con pobreza absoluta o pobreza relativa, la especificación sobre pobreza educativa y la pobreza de servicios y la pobreza de seguridad social. Vacunación, contaminación, limpieza urbana, nutrición, evaluación de antecedentes de enfermedades, evaluación de criminalidad. La lucha contra la pobreza es compleja y requiere como he dicho, de un organismo específico. Entre nosotros, quien ha dedicado más tiempo y esfuerzo al estudio ha sido Luis Pedro España y su equipo de investigación. Sus aportes deberán ser tomados muy en cuenta.
Hay que partir del desarrollo humano y ello incluye libertad política, económica y social que conlleve al respeto por sí mismo y la consecuencial conversión en actores de su propio destino, del de la comunidad a la cual se pertenece y de la nación toda. En algunas ciudades de Colombia podría haber sonado como estrambótico la colocación de bibliotecas en las zonas más pobres, con sus computadoras y su acceso al mundo de hoy, pero dio resultado. El desarrollo humano es aprendizaje. Aquí se trata de fomentar la movilidad social ascendente y la introducción de educación y cultura es una fuerza impulsora del desarrollo. Es más, deben considerarse ambas como derechos humanos. Hay que incentivar a la comunidad como punto de partida, como generadora de acción, en consecuencia debe tener poder de decisión. La autogestión comunitaria implica organización hacia su propio desarrollo. Ya basta de esperarlo todo, es menester incentivarlos a usar todo lo que tiene, desde su grado educativo hasta sus habilidades, desde su capacidad de organización hasta la seguridad de que sus acciones harán de la ciudad una incluyente.
Un político tiene las ideas generales. Los expertos las interpretan y las llevan a planes específicos. Estas son maneras de luchar contra la pobreza. Lo propongo.
teodulolopezm@yahoo.com
Por Robert Frank
Los estudios sobre la riqueza y la felicidad están llenos de contradicciones. Durante mucho tiempo, los estudios mostraron que tener más dinero no traía más felicidad y que la felicidad dejaba de aumentar al alcanzar cierto nivel de ingresos o riqueza una vez que ciertas necesidades eran cubiertas.
El año pasado se conoció una investigación contraria que mostraba que una mayor riqueza, de hecho, hacía que la gente estuviera más satisfecha con su vida, incluso si aún padecían frustraciones diarias. Un nuevo estudio cofinanciado por la Fundación Gates, no obstante, describe a los ultra ricos como almas perdidas agobiadas por los miedos, las preocupaciones y las distorsiones familiares de tener mucho dinero.
De acuerdo a un artículo en la revista The Atlantic, "los encuestados resultaron estar insatisfechos en general. Para ellos, el dinero ha contribuido a causar profundas ansiedades relacionadas con el amor, el trabajo y la familia. De hecho, con frecuencia están descontentos incluso con sus fortunas de tamaño considerable. Muchos de ellos todavía no se consideran seguros financieramente; para eso, dicen, necesitarían en promedio una cuarta parte más de riqueza que la que actualmente poseen".
A los encuestados —120 personas con un patrimonio de US$25 millones o más— se les pidió que escribieran las respuestas a ciertas preguntas. Aquí están algunas de sus respuestas.
Respecto a envidiar la riqueza: "Si podemos lograr que la gente esté un poco más informada, para que así sepan que conseguir US$20 millones o US$200 millones no necesariamente les traerá todo lo que esperaban, entonces quizá en vez de en eso se concentrarían en cosas que harían del mundo un mejor lugar y podría ayudar a hacerlos realmente felices".
"Me siento extremadamente afortunado, pero es difícil lograr que los demás, los que no son ricos, crean que no tiene más importancia que eso… la novedad de tener dinero se ha disipado".
Respecto a por qué los pobres deberían ser felices: "Nadie tiene la excusa de 'la falta de dinero' por no estar en paz consigo mismo y vivir con honradez", escribe uno de los encuestados acerca de su familia, con un toque de amargura. "Si deciden vivir de otra manera, eso es asunto suyo".
Respecto al amor: Una madre escribe que los hombres en la vida de sus hijas podrían sentirse "impotentes", ya que "su papel como proveedor ha sido usurpado".
Respecto a los niños: El dinero "corre el peligro de darles una visión distorsionada del mundo". Otro añade: "El dinero podría estropearlos al darles la sensación de creerse con derechos y al impedirles desarrollar un fuerte sentido de empatía y compasión".
"Tratamos que nuestros hijos hagan tareas de hogar", se queja uno de los encuestados, pero es difícil hacerles cortar el césped cuando tienen "un jardinero casi a tiempo completo".
Respecto a los padres ricos y tacaños: "Crecí con un padre que nunca quiso ceder el control de su negocio, pero que constantemente me ilusionaba con la oportunidad de seguir sus pasos". Su esposa agrega: "Ha sido difícil sentirse financieramente independiente cuando los padres de [mi] cónyuge mantienen un estricto control sobre la herencia de [nuestros] hijos". \
¿Por qué los ricos no son más inteligentes?: Otras personas "glorifican la riqueza y creen que esto significa que los ricos son más inteligentes, más sabios, más 'bendecidos' o alguna tontería de este tipo".
Respecto a heredar algo: "La libertad económica puede producir ansiedad y dudas. En mi propia vida, me he sentido intimidado sobre mis capacidades porque he heredado dinero".
Respecto a la suerte: "Me tocó el premio gordo de la lotería al decidir trabajar para la compañía adecuada en el momento adecuado. Nunca he pensado que en modo alguno yo he ganado esta cantidad de riqueza. Sólo hasta ahora siento que estoy comenzando a entenderlo".
Sobre los amigos: "La riqueza puede ser una barrera para conectarse con otras personas", escribe la esposa de un genio tecnológico que ganó US$80 millones. "Sentir que no debería compartir algunos de los factores de estrés en mi vida ("Sí, ya me gustaría tener tus problemas"), incomodidad respecto a quién debe pagar en un restaurante".
Respecto a odiar las fiestas de fin de año: Robert A. Kenny, uno de los autores del estudio y socio de North Bridge Advisory Group, dice que los ricos temen las fiestas de fin de año "ya que se espera que siempre den muy buenos regalos".
Por supuesto, la encuesta, al igual que la mayoría de las encuestas sobre la riqueza, tiene un mensaje subyacente. La Fundación Gates y el Centro de Estudios sobre Riqueza y Filantropía de la Universidad de Boston, dirigido por Paul G. Schervish, se propusieron en parte alentar a los ricos a ser mejores y más efectivos filántropos. Mostrar las cargas que conlleva la riqueza ayuda a conseguir que los ricos den más.
"Creemos que la encuesta hará una contribución extraordinaria para ayudarnos a entender lo que impulsa a los donantes a dar y lo que necesitan para dar con eficacia", me dijo William Deich, subdirector de políticas públicas de la Fundación Gates, en 2007, cuando se anunció el estudio. (Apuntaron a más de 1.000 personas con un patrimonio de US$25 millones o más. Consiguieron a 120, demostrando que estudiar a los super-ricos puede ser el trabajo sociológico más difícil de todos).
De hecho, puede haber un montón de gente súper rica que es realmente más feliz debido a su riqueza y las libertades, elecciones y aventuras que les permite.
"El odio del rico es eterno"
Luis Corredor
No sólo es más fácil que entre en el cielo un pobre que un rico, sino que tiene muchas posibilidades de hacerlo varios años antes.
Si puedes contar tu dinero no eres un hombre verdaderamente rico.
Los solteros ricos deberían pagar más impuestos. No es justo que unos sean más felices que otros
Cuando el pobre intenta imitar al rico, está perdido.
Fuentes: Mundocitas sobre pobres y Mundocitas sobre ricosCuando la pobreza entra por la puerta, el amor se escapa por la ventana.