28.9.11

La vivienda de 1.000 dólares diseñada por arquitectos en Estados Unidos


- La idea es volver asequible una vivienda decente para millones de pobres.

Los arquitectos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) trabajan intensamente en el diseño de unos modelos de vivienda para los más pobres, cuyo costo no exceda los mil dólares.

“De la misma forma como unos ingenieros tomaron la iniciativa de fabricar computadores de 100 dólares para llevar mejor educación a los niños sin recursos económicos, nosotros trabajamos en hacer viable la construcción de vivienda decente para las familias más pobres”, sostuvo el director del Centro de Arquitectura de MIT, Tony Ciochetti.

La idea de hacer casas baratas y seguras, le surgió desde hace tres años, luego del terremoto que sacudió a la provincia de Sichuan (China), y de observar de primera mano las precarias condiciones de vivienda en las zonas rurales de India, donde la gente se alberga en chozas con piso de tierra.

El primer prototipo fue idea del alumno recién graduado, Ying Chi Chui, quién construyó un prototipo en el pueblo de Mianyang, en dicha zona.

Bajo el concepto de un sistema modular, la primera casa quedó lista para resistir sismos de hasta 8 grados de intensidad.

Sin embargo, por el tamaño mayor del área construida, unos 800 metros cuadrados, esta alternativa preliminar resultó costando 5.925 dólares en el 2099.

“Una versión más pequeña bajó a 4.000 dólares, pero con las nuevas investigaciones, orientadas al uso de materiales reciclados, el valor podría seguir reduciéndose hasta alcanzar la meta de tener una solución adecuada en 1.000 dólares”, sostuvo el director del MIT.

PORTAFOLIO

19.9.11

La banda ancha es la nueva división entre las naciones

La velocidad de acceso abre una brecha cuando la inclusión digital aún no se logró.

Un informe de Naciones Unidas indica que tras nivelarse las diferencias en tecnología, la banda ancha de internet es la nueva brecha entre ricos y pobres.

Una nueva brecha tecnológica se abre entre los países ricos y los pobres, la de la bancha ancha para acceso a internet.

De acuerdo con un informe publicado por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el acceso a la internet, y particularmente a la banda ancha fija, da idea del grado de desarrollo de los países, mejor que la tradicional medición basada en la telefonía.

"Justo cuando estábamos teniendo éxito en reducir la división digital original estamos viendo aparecer una nueva brecha, quizá más significativa: entre aquellos que disfrutan acceso rápido a un mundo en línea crecientemente rico en contenidos multimedia y aquellos que sufren con lentas conexiones vía telefónica", dice el reporte titulado "Banda Ancha: ¿la nueva división digital?".

Según la UIT, un organismo técnico de Naciones Unidas que agrupa a 191 países y más de 700 empresas del sector de telecomunicaciones, a principios del siglo XXI habían menos de 500 millones de celulares, mientras que hoy se registran cerca de 5.300 millones.

Por eso los técnicos del organismo consideran que la variable que con mayor precisión indica el grado de conexión y acceso a las comunicaciones de una sociedad es la disponibilidad de banda ancha.

Mundo interconectado

Para fines del 2010 un 30% de la población mundial, unos 2.000 millones de personas, estaba "en línea" o "conectada", en comparación con el 6% de diez años atrás.

Edgar Rincón,
periodista venezolano

Pero mientras dos tercios de los hogares de las naciones desarrolladas gozan de algún tipo de conexión, sólo lo tiene el 16% en las naciones más pobres, a pesar del notable crecimiento que la UIT dice observar en el número de internautas en China, Brasil, Rusia o India.

Las diferencias crecen más cuando se compara el acceso a banda ancha fija, distribuida por líneas telefónicas o sistemas de cables: en los países industrializados el nivel de penetración es del 24%, mientras en el resto del mundo sólo llegó a un 4,2%.

Pero la conectividad no es un tema sólo de datos técnicos, según señaló a BBC Mundo el periodista venezolano especializado en temas de tecnología, Edgar Rincón.

"Quizá China tiene un gran ancho de banda pero los ciudadanos no tienen un acceso a la información como podrían tenerlo la mayoría de los ciudadanos en América Latina", explicó Rincón.

"De nada te sirve tener grandes conexiones como las que tiene China y tener gran cantidad de gente conectada a internet si hay esa Gran Muralla que te impide salir al mundo, o hay restricciones de acceso como en China, donde ni puedes entrar a Facebook o a YouTube".

Futuro inalámbrico

Sin embargo, el informe explica que en el mundo desarrollado el crecimiento de la banda ancha fija ha bajado su ritmo, en beneficio de la internet de alta velocidad inalámbrica distribuida por torres de celulares, cuyas suscripciones entre 2009 y 2010 crecieron en 160%.

Mientras en las naciones industrializadas la evolución de los dispositivos móviles favorece el desarrollo de la internet inalámbrica, en países más pobres esa podría ser una tecnología para mejorar el acceso.

En ciudades con grandes sectores urbanísticamente informales, donde algunos servicios básicos como telefonía fija, luz o agua suelen no llegar por falta de redes de distribución, lo inalámbrico puede ser la solución.

"Ante la imposibilidad de lo operadores telefónicos de llegar con sus cables a las casas, el interés del mercado se ha dirigido al internet móvil", explica Rincón.

"Ahí es donde entran los Estados, en facilitar anchos de banda, los espectros necesarios para que las operadoras pueden montar redes de alta velocidad de transmisión de datos y puedan llegar a la mayor cantidad de personas en un país".

Internet derecho humano

En julio pasado, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU declaró que el acceso a internet era un derecho humano por ser una herramienta que facilita a las sociedades ejercer el resto de sus derechos.

La declaración del organismo multilateral se produjo luego de los eventos de la llamada Primavera Árabe, que según muchos observadores se nutrió de la información que vía móviles o redes sociales lograron esparcir los ciudadanos de países donde la comunicación estaba férreamente controlada.

En su reporte al Consejo, el Relator Especial Frank La Rue, sobre la promoción y protección del derecho a la libre opinión y expresión, la promoción del uso de internet "debe ser una prioridad para los estados".

"La naturaleza única y transformadora de la internet no sólo permite a los individuos ejercer su derecho a la libre opinión y expresión, sino también una cantidad de otros derechos humanos y para promover el progreso de la sociedad toda", escribió La Rue.

Al final, como ratifica la ONU, son los estados los que deben tomar las decisiones técnicas y políticas que ayuden a garantizar la mejor conexión para sus ciudadanos.

"El principal escollo radica en que los gobernantes de los países entiendan que estar conectados al mundo no es un peligro, no es una espada de Damocles, sino que es la tendencia a la universidad de las comunicaciones", aseguró Edgar Rincón.

Pero hay otras variables como tecnologías o costos que condicionan el uso que pueden hacer de internet los ciudadanos, y al menos en el caso de Cuba, un factor politico adicional que dificulta el acceso a ese mundo crecientemente interconectado.

BBC MUNDO

La sociedad de EE.UU. se aproxima a la desigualdad en América Latina

Muchos analistas auguran el fracaso del proyecto del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de subir los impuestos a los ricos, pero al menos su plan ya ha tenido el notable efecto de sacar a relucir la creciente desigualdad entre clases en el país.

Algunos medios estadounidense como la revista The Atlantichan destacado que la diferencia de ingresos entre los más ricos y los más pobres de EE.UU. ha superado en la última década a la de varios países de Latinoamérica, tradicionalmente considerada la región más desigual del mundo.

Estados Unidos ha superado en desigualdad a Venezuela, según el coeficiente Gini, una fórmula que es usada por la agencia de inteligencia estadounidense, la CIA, en su Libro de Datos del Mundo, una fuente ampliamente usada por académicos y periodistas.

Desde hace décadas, la sociedad estadounidense ha sido mucho más desigual que las de otros países desarrollados como los europeos, pero las diferencias de clase eran menores que las que existían en los países de América Latina.

En la última década, sin embargo, países como Chile, Brasil o México redujeron su desigualdad, mientras que en EE.UU. ocurrió lo contrario.

Aunque según los analistas las diferencias de ingresos entre ricos y pobres en EE.UU. comenzaron a ensancharse a finales de los años setenta, muchos señalan que en la última década el proceso se aceleró tras la llegada al gobierno del presidente George W. Bush (2001-2009) y la reducción de impuestos a los ricos y reducción del gasto en programas sociales adoptadas bajo su mandato.

De acuerdo con los datos de la Oficina Presupuestaria del Congreso, el 1% más rico del país concentra el 19,4% de los ingresos, el doble que en 1979 y más que el 40% más pobre.

Paridad de compra

¿Supone este crecimiento de la desigualdad que sus clases medias y bajas viven peor que las de los países latinoamericanos que han reducido las diferencias de ingresos?

Stephen J. Rose, profesor de la Universidad de Georgetown, responde que indudablemente no es así.

"La desigualdad es un dato relativo y otros indicadores como la paridad de poder de compra nos transmiten una idea más fiable del estándar de vida de un país como la paridad de poder de compra", asegura Rose en conversación con BBC Mundo.

"Por ello", continúa Rose, "no se puede cuestionar que un ciudadano estadounidense con ingresos medios o incluso bajos vive mejor que alguien que se sitúe en el mismo lugar de la escala en un país de Latinoamérica".

Aunque el profesor de Harvard Christopher Jencks también tiene reservas respecto a las comparaciones con el coeficiente Gini, él cree que estos datos reflejan una tendencia preocupante.

Jencks le dijo a BBC Mundo que cada vez más el conjunto de EE.UU. corre el riesgo de parecerse a un Estado como Texas, donde los indicadores sociales son "terribles".

"Un alto número de madres solteras, de divorcios, resultados escolares muy mediocres, abandono escolar...", enumera él como ejemplo, y lo atribuye a la reducción del gasto público en educación y otras inversiones sociales.
"Guerra de clases"

Jencks cree que el plan de aumento de impuestos de Obama es una medida que avanza en la dirección correcta, aunque desde el principio los congresistas republicanos ya han anunciado que se opondrán a ella y han criticado al presidente por haber prendido la llama de una guerra de clases.

Obama ya mostró su disposición en 2007, cuando era candidato presidencial, a subir los impuestos a los ricos para acabar con la desigualdad creciente en el país.

"Tenemos los mayores niveles de desigualdad desde la Gran Depresión (años treinta)", dijo Obama en una entrevista al diario The New York Times.

Otros expertos que han comentado los planes de Obama son más escépticos respecto a la posibilidad de que el plan de la Casa Blanca pueda servir para reducir la desigualdad.

Han apuntado que las diferencias entre ricos y pobres están creciendo en todo el mundo y lo seguirán haciendo a causa de la globalización y los adelantos tecnológicos.

15.9.11

Brasil reduce la brecha entre ricos y pobres

Brasil reduce la brecha entre ricos y pobres
El crecimiento de la economía entre 2004 y 2009 permitió reducir en 5,6% la histórica desigualdad, según un estudio del gubernamental Instituto de Pesquisas Económicas Aplicadas. Además, se registró una importante alza en los ingresos.

La desigualdad económica entre los brasileños disminuyó los últimos años, mientras que sus ingresos reales tuvieron un fuerte aumento, según un estudio oficial divulgado en Río.

El estudio del gubernamental Instituto de Pesquisas Económicas Aplicadas (IPEA) informó que el ingreso medio real subió un 28%, lo que benefició a todos los estratos sociales pero, en especial, a aquellos de menos recursos, según el IPEA.

"Esa evolución en la distribución de ingresos fue, en gran parte, motivada por el crecimiento económico y la generación de empleos", señaló el estudio. "También contribuyeron los cambios demográficos y el lento aumento en la escolaridad de la población adulta", agregó.

El documento destacó como gran novedad en el período analizado las políticas sociales emprendidas bajo el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), que propició aumentos reales en el salario mínimo y expandió las transferencias de ingresos hacia los más pobres.

En 2004, el ingreso promedio de los brasileños era de 495,12 reales y subió a 634,65 reales en 2009 (de 291,2 a 373,3 dólares al cambio actual).

En tanto, la desigualdad en Brasil pasó de 0,565 a 0,538 en ese período, medido por el índice Gini, que determina el grado de desigualdad en una escala de 0 a 1, en la que más cerca de 1 significa más desigualdad.

Comparativamente, Suecia es uno de los países menos desiguales del mundo con un índice Gini de 0,23, mientras que Namibia aparece como uno de los más desiguales con 0,707.

El estudio dio cuenta también de una disminución en el número absoluto de los pobladores en condiciones de pobreza.

La población en pobreza extrema pasó de 15 millones a 9 millones en el período analizado, mientras que los pobres pasaron de 28 millones a 18 millones, según el informe. Brasil tiene actualmente una población de 190 millones de habitantes.

Aquellos pobladores que superan la línea de pobreza pero se consideran vulnerables por sus bajos ingresos pasaron de 82 millones a 81 millones.

"La disminución del tamaño de los tres estratos de bajo ingreso implica una movilidad social ascendente", señaló el informe.

No obstante, destacó que persiste una concentración de los pobladores debajo de la línea de pobreza en las regiones norte y noreste del país, pese a que las políticas sociales del gobierno se concentraron en esas regiones.
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Cómo ahorra el pobre

Si una persona quiere acumular riqueza, independientemente de su status económico, no tiene sino dos opciones: o “gastar menos” o “ganar más”. ¡No hay soluciones milagrosas! Ahora bien, en la práctica esas alternativas se reducen a una: “reducir los gastos”, porque es la única que está bajo su control inmediato.

La alternativa de “ganar más” requiere de tiempo y esfuerzo adicionales. Sin embargo, el gastar menos, si se hace inteligentemente, poco a poco ayuda a ganar más, a través del rendimiento de los ahorros bien invertidos.

Fácil en teoría, pero no tanto en la práctica. ¿Cómo puede gastar menos una persona a la que el dinero no le alcanza ni para cubrir las necesidades del día a día?

¡Un argumento realmente difícil de rebatir!

Un artículo de Moisés Naim, uno de los más prestigiosos comentaristas sobre temas económicos en Iberoamérica, vino en mi ayuda. En el mismo, el autor comentaba la reciente publicación de un libro sobre el tema de la pobreza en el mundo, que lleva por título “Poor Economics”, de los autores Abhijit V. Banerjee y Esther Duflo, ambos profesores del MIT (Massachusetts Institute of Technology) y fundadores de la organización J-PAL, dedicada a buscar la reducción de la pobreza en el mundo a través de políticas basadas en evidencias científicas.

El libro es el resultado de un estudio realizado por su organización entre las comunidades más pobres de 18 países de los cinco continentes. Según comentaba Moisés en su artículo, el libro tenía la respuesta que yo estaba buscando: ¿cómo pueden ahorrar los pobres? Por supuesto, pedí el libro inmediatamente en Amazon.com, señala el analista financiero Rigoberto Puentes.

Los autores realizaron esta investigación sobre el sector que ellos llaman “los más pobres entre los pobres”, referido a personas que devengan menos de US$0.99 al día (127,71 bolívares al mes). Basados en sus investigaciones, los autores llegan a la conclusión de que la principal barrera para ahorrar está más relacionada con el aspecto psicológico que con el área financiera. De acuerdo con su información, la principal causa de la falta de ahorro no está en lo poco que ganan sino en la falta de auto-control para dedicar una parte de sus ingresos al ahorro. Por supuesto, esto no es nada nuevo; todos sabemos que la autodisciplina es un factor determinante a la hora de tratar de ahorrar. Lo que sí es nuevo es que el mismo concepto aplique a aquellas personas que se suponía que no ahorraban simplemente porque no les alcanzaba el dinero.

Los más pobres, al igual que las demás personas -dicen los autores-,también piensan en el futuro y saben que, a menos que se ganen la lotería para sentirse ricos de la noche a la mañana, no tienen otra alternativa más que el ahorro para acumular alguna riqueza para el futuro.

Las conclusiones, por supuesto, están basadas en casos investigados, como los que se mencionan a continuación:

* El caso del fertilizante: en una provincia rural de Kenia, la gran mayoría de los pequeños agricultores no usaba fertilizante debido a que no tenía dinero para comprarlo. Para solucionarles el problema, los investigadores les regalaron el fertilizante para la siguiente siembra.

El resultado de la cosecha, por supuesto, fue concluyente: el rendimiento aumentó en un 70%. Un resultado por demás evidente de los beneficios económicos del uso del fertilizante. Sin embargo, al continuar la investigación en la siguiente temporada, se dieron cuenta de que la mayoría de los agricultores que había obtenido tan significativo aumento en el rendimiento de la cosecha no estaba usando fertilizante.

Al preguntarles el por qué, la respuesta fue que no tenían dinero para comprarlo. ¿Qué habían hecho con el dinero recibido en la cosecha anterior? ¡Lo habían gastado, sin dejar para el abono! Algunos habían intentado comprarlo, pero al no estar disponible en la tienda el día que ellos tenían el dinero, la plata se había usado para otros fines.

Sin embargo, otros que sí habían tenido la suerte de encontrar el abono en el almacén cuando aún tenían el dinero, lo habían adquirido y lo habían guardado hasta la siguiente siembra. Los investigadores concluyeron que era una cuestión de oportunidad; era necesario tener el fertilizante disponible para cuando los parceleros tuvieran el dinero.

Así que implementaron un programa de bonos que les vendían a los agricultores tan pronto recogían la cosecha y antes de que se gastaran el dinero en otras cosas. De esta forma los agricultores ahorraban en bonos para comprar el fertilizante y no tenían la tentación de gastarlo en otras “emergencias”. La mayoría compraba los bonos inmediatamente vendían la cosecha, temiendo que si tenían la plata en su poder por mucho tiempo ésta podría esfumarse.

* Un ahorro costoso: Cuentan también los autores el caso de una mujer en India que, conociendo su falta de disciplina para ahorrar, había obtenido un préstamo de 10.000 rupias (US$621) en una entidad de microcrédito pagando el 24% anual, con el compromiso de pagarlo en cuotas semanales.

Inmediatamente recibió el préstamo colocó todo el dinero en una cuenta de ahorros que le generaba el 4% anual. Cuando se le preguntó por qué hacía ese negocio tan absurdo a los ojos de los investigadores, ella respondió que necesitaba reunir esa cantidad para los gastos de boda de su hija que se casaría dos años más tarde y era la única forma de tenerlos. Los investigadores entonces le preguntaron si no tenía más sentido aportar el dinero que iba a pagar semanalmente por el crédito, en una cuenta de ahorros.

La respuesta de la señora fue que eso era imposible, porque siempre se presentaban emergencias que no le permitían aportar todas las semanas o que podían obligarla a retirar el dinero ahorrado. Mientras conversaban con la señora se acercó otro grupo de mujeres, asombradas de la ignorancia de los investigadores: ¿acaso ellos no sabían que eso era una práctica normal entre la gente del lugar?

La conclusión es que la imposición de pagar el crédito les servía para obviar las emergencias y pagar disciplinadamente las cuotas, mientras que el aporte para ahorrar, al no ser obligatorio, no les imponía esa disciplina.

* Un ladrillo a la vez: En muchos lugares, principalmente en Marruecos, la forma más común de ahorrar es la de construir la vivienda poco a poco. De esta manera las familias, en la medida en que disponen del dinero, compran materiales antes de tener la tentación de gastarlo en otras cosas.

Un día pueden comprar unos ladrillos y cemento y construyen un cuarto; otro día compran el techo, o una puerta, o una ventana, y así, poco a poco, muchas veces durante varios años, van ahorrando y construyendo la vivienda para la familia.

Ésa es su forma de ahorrar. Por supuesto es un sistema de altísimo riesgo. Muchísimas viviendas se quedan sin terminar o son arrasadas por las lluvias. Pero, en esos sectores, la gente no tiene otra alternativa y algunos logran, al cabo del tiempo, tener una vivienda habitable.

* Los clubes de ahorro: Uno de los sistemas más creativos que han encontrado para ahorrar es la de los “clubes de ahorro”, los cuales se han desarrollado en India y en algunos países de África, como “Self-helpgroups” (Grupos de ayuda mutua o Asociaciones de rotación de ahorro y crédito).

Los asociados se reúnen periódicamente y aportan una suma a un pote común con el cual acumulan un monto suficiente para prestar, de forma rotativa, a los miembros que lo requieran.

La conclusión de los autores es que el optimismo y la esperanza de una vida mejor son unos fuertes incentivos para ayudar a la gente, aun a los más pobres, a ahorrar; pero, por otra parte, requieren de sistemas que les ayuden a autocontrolarse para poder hacerlo.

- ¿Qué gastos pueden recortar los más pobres?

Los investigadores encontraron que estas personas, cuando se decidían a ahorrar, lo hacían disminuyendo sus gastos en té, tabaco, alcohol, “snacks” y celebraciones.

Creo que las anteriores investigaciones son una respuesta a la pregunta del principio de este artículo: si una persona que gana US$0,99 al día de forma irregular puede ahorrar, con mayor razón debe poder hacerlo una persona que dispone de un ingreso fijo y un sistema estructurado (fondo de pensión y otros beneficios).

Pienso que es cuestión de vivir el presente de acuerdo con sus posibilidades y de mirar el futuro con optimismo y esperanza de una vida mejor.

Probablemente el factor que hace falta para las personas de salario mínimo es la ayuda para administrar eficientemente sus ingresos a través de programas idóneos de educación sobre economía y finanzas personales.

Rigoberto Puentes