El 71 por ciento de los que estaban en buena posición al comenzar el estudio, hace quince años, cuando todos tenían 70 de edad, sobrevivieron para conocer los resultados
Un estudio llevado a cabo a lo largo de quince años por investigadores del Hospital Universitario Hadasa de Jerusalén entre personas mayores ha demostrado que los que gozan de buena posición económica viven más que los que sufren la pobreza., indica una interesante nota de la agencia española de noticias Efe.
"Los resultados son claros e inequívocos, los que carecen de dinero se mueren antes", afirma el profesor Iojanan Stasman, director del equipo que investigó la influencia de las condiciones económicas en la vida de 1.900 vecinos de Jerusalén, pertenecientes a varios grupos de personas nacidas entre 1920 y 1921.
El 71 por ciento de los que estaban en buena posición al comenzar el estudio, hace quince años, cuando todos tenían 70 de edad, sobrevivieron para conocer los resultados de los que Stasman dará cuenta hoy, martes, en una disertación que ofrecerá en Tel Aviv.
En cambio, en este período falleció el 59 por ciento de los mayores cuya situación económica era deficiente o mala.
Los resultados, que también son mejores para los "ricos" en otros aspectos de la vida, vienen a confirmar una vieja máxima popular, la de que "el dinero no hace la felicidad, pero ayuda".
Los doctores Yoram Maaraví, Jeremy Jacobs, Robert Hamerman-Rosenberg, encabezados por Stasman, estudiaron también la influencia de factores psicológicos y sociales sobre la salud y la tasa de mortalidad entre los miembros de "la tercera edad".
El 62 por ciento de los analizados al llegar a los 77 años de edad no padecían de problemas económicos serios y podían terminar el mes con el dinero del que disponían, no así el resto.
El 29 por ciento de los que gozaban de una posición acomodada se se quejaron de sentirse solos, sensación que, en contraste, aquejaba al 61 por ciento de los se hallaban en las capas más humildes.
Según Stasman, "las diferencias se dan entre ricos y pobres, independientemente de sus orígenes nacionales o étnicos", alusión a las supuesta diferencia en Israel en judíos procedentes de Europa, los "ashkenazitas", y "mizrajim", originarios del mundo árabe.
Los resultados del estudio del estado cognitivo de las personas que participaron en la investigación indican que el 25 por ciento de de buena posición sufría de alguna discapacidad mental, como la pérdida de memoria, pero era del 70 por ciento entre los pobres.
De hecho, en todos los parámetros, incluido el de la salud -como el problema del insomnio, el reumatismo, los dolores de espalda y la vista-, la calidad de la vida de los ancianos acomodados era superior a los del grupo de los desafortunados.
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