Un padre, cabeza de una familia muy rica, llevó a su hijo a pasear por el campo con el firme propósito de que su hijo viera cuan pobres eran esos campesinos.
Pasaron un día y una noche completos en la destartalada casita de una familia muy humilde.
Al concluir el viaje y de regreso a la casa en su flamante automóvil, el padre le preguntó a su hijo:
¿Qué te pareció el viaje?
-- Muy bonito, papá.
Pasaron un día y una noche completos en la destartalada casita de una familia muy humilde.
Al concluir el viaje y de regreso a la casa en su flamante automóvil, el padre le preguntó a su hijo:
¿Qué te pareció el viaje?
-- Muy bonito, papá.
¿Viste qué tan pobre puede ser la gente?, insistió el padre.
Sí, respondió el niñó.
¿Yqué aprendiste, hijo?, inquirió el padre nuevamente.
Vi, dijo el pequeño, queue nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro.
Nosotros tenemos una piscina que llega hasta la mitad del jardín, ellos tienen un arroyo que no tiene fin.
Nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas.
El patio de nosotros llega hasta la pared junto a la calle, ellos tienen todo un horizonte de patio.
Al terminar el relato, el padre se quedó mudo de la sorpresa.
Y su hijo agregó: Gracias, papá, por enseñarme lo pobres que somos.
La pintura de Vincent Van Gogh es Camino con ciprés bajo cielo estrellado, 1890; óleo sobre lienzo, 92 x 73 cm.
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