Marion Gordon 'Pat' Robertson, el líder religioso que pidió que asesinen al presidente venezolano, Hugo Chávez, es un reconocido personaje en la vida pública de EEUU que suele hacer noticia por sus posiciones polémicas y extremistas.
El lunes 22 de agosto, mirando a los ojos a miles de televidentes que sintonizan cada noche su programa El Club 700 –transmitido por la cadena CBN (el canal cristiano en E.U que llega a más de un millón de estadounidenses– Robertson sugirió al gobierno del presidente George W. Bush, "deshacerse" del mandatario venezolano.
"(Chávez) es un peligro terrorífico para Estados Unidos y convendría asesinarlo antes de que convirtiera a Venezuela en una plataforma de lanzamiento para la infiltración comunista y el extremismo musulmán (…) Tenemos la capacidad de eliminarlo y creo que ha llegado el momento de ejercer esa capacidad", dijo Robertson, a su audiencia.
Robertson representa a una minoría del Partido Republicano, razón por la cual sus declaraciones nunca son echadas en saco roto. No en vano, el presidente George W. Bush lo ha recibido en varias ocasiones en la Casa Blanca e incluso y le ha concedido varias entrevistas.
En el pasado, ‘Pat’ Robertson criticó a Estados Unidos por no aprovechar el golpe contra el mandatario venezolano:
La postura del pastor frente a Chávez no es nueva. Durante el golpe de Estado de 48 horas contra el presidente venezolano (2002), Robertson, –multimillonario fundador de la Coalición Cristiana de Estados Unidos– acusó al gobierno Bush de "no actuar oportunamente en un momento crucial". E
El pastor, ex candidato a la presidencia de EEUU por el partido republicano (1992), se ha declarado abierto partidario del movimiento sionista. Es un fuerte opositor de los matrimonios gay, el aborto, y la pornografía, a los que califica como "amenazas tan peligrosas para el país como los mismos lugartenientes de Osama Ben Laden o los talibanes en Afganistán".
En el 2002, sostuvo que el Corán, libro sagrado de los musulmanes, estimulaba el asesinato de los miembros de otras religiones. También ha equiparado a algunos jueces estadounidenses, entre ellos miembros de la Corte Suprema de Justicia, con "terroristas".
"El presidente venezolano, Hugo Chávez, consiguió un nuevo mejor amigo esta mañana: el evangelista de televisión Pat Robertson. Con su asombroso llamado para asesinar al líder izquierdista (...), Robertson con seguridad logrará hacer de Chávez un ícono antiyanqui aún más popular en Venezuela, Latinoamérica y alrededor del mundo". (Tim Padgett, columnista de la revista 'Time')
El vicepresidente José Vicente Rangel, catalogó de "declaración terrorista" las palabras del pastor ultraconservador evangélico estadounidense Pat Robertson, quien el lunes dijo, a través de su programa de TV Club 700, que "ha llegado la hora" de asesinar a Hugo Chávez para evitar una guerra costosa. "Existe una normativa legal en EEUU que condena y castiga declaraciones de esta naturaleza. Es de una hipocresía inmensa mantener un discurso contra el terrorismo y al mismo tiempo que en el seno de esa nación haya declaraciones evidentemente terroristas, como las producidas por el pastor de la Coalición Cristiana", dijo.
El representante del Departamento de Estado de EEUU, Sean MacCormack, rechazó que las palabras del pastor, un "ciudadano privado", representen la posición del gobierno Bush.
"No compartimos sus puntos de vista y nos parece que su comentario es imprudente. Cualquier acusación o insinuación de que estemos considerando acciones hostiles contra Venezuela o su gobierno es totalmente carente de fundamento", añadió.
El secretario de Defensa de EEUU, Donald Rumsfeld, también rechazó la declaración del pastor arguyendo que el gobierno estadounidense "no hace ese tipo de cosas". Para el embajador venezolano en EEUU, Bernardo Álvarez, hace falta una condena "más firme y clara por parte de la Casa Blanca", pues estas declaraciones no son "de una persona cualquiera (…) es una persona de mucha exposición pública, con vinculaciones con la administración actual".
Chávez, que se encontraba en Cuba visitando a su colega y amigo, el presidente Fidel Castro, prefirió ser poco expresivo, según dijo, porque en ese momento no había sido informado de las declaraciones de Roberston: "Ahora, lo que opinen, ni me va ni me viene", añadió. Pero días después -algo alarmado, opinando sobre las declaraciones de Pat Roberston, dijo "Si me pasa algo el culpable se llama George W. Bush".
Las perlas de Pat Robertson
La agencia Apro, despachó desde la ciudad de San Francisco, la siguiente nota:
El multimillonario telepredicador Pat Robertson, amigo personal de los Bush, tiene un historial viperino digno de estudio psicológico y judicial.
El aguerrido sionista, lleva 30 años insultando y amenazando, de manera impune a todo aquel que difiera con su “cruzada” judeocristiana, intensificada en Estados Unidos desde que George Bush junior, llegó al poder.
¿Quién es el pastor millonario que pidió matar a Hugo Chávez?
Con 30 millones de cristianos evangelistas en Estados Unidos, encabezados por un cristiano renacido en la Casa Blanca, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ya puede tomar sus precauciones para salvaguardar su vida, luego de la “solicitud” de asesinato hecha por Robertson.
La petición textual del predicador está grabada y ha sido difundida una y otra vez por televisión: “Si Hugo Chávez cree que estamos tratando de asesinarlo, creo que deberíamos hacerlo”.
Al ver el escándalo que armaron sus palabras quiso cambiarlo al día siguiente: “Esperen un minuto, yo no dije asesinato”. Yo dije que nuestras fuerzas especiales tienen que dejarlo fuera y “dejarlo fuera” tiene un número diferente de interpretaciones, incluyendo el de secuestro”.
Su “aclaratoria” no sirvió para nada. El escándalo continuó, y entonces lo quiso arreglar: “¿Es correcto llamar al asesinato? No, y yo me disculpo por mi declaración. Hablé bajo la frustración y para complacer al hombre que piensa que Estados Unidos quiere matarlo”; pero insistió: “Chávez ha hecho causa común con terroristas como Carlos, alias ‘El Chacal’, ha visitado Irán, y se ha referido a Saddam Hussein y Fidel Castro como sus camaradas.”
Desde luego, eso no puede ser calificado como una disculpa y tampoco debería de ser suficiente para que este señor continúe utilizando su imperio mediático para seguir amenazando e insultando a los que piensan de manera distinta a él.
Si esa amenaza la hace “Pepito Pérez” no pasa nada, pero si la hace un señor que tiene 5 millones de audiencia diarios en sus medios de comunicación, entonces hay que preocuparse. El señor, no es un simple ciudadano como dijo el portavoz de la Casa Blanca intentando deslindarse de sus afirmaciones, Pat Robertson es un personaje público, un servidor de culto, con una gran influencia entre la población. Una pieza clave del Partido Republicano que le dio millones de votos a George Bush en las últimas elecciones. Entonces, el gobierno estadunidense debería aplicar medidas de oficio para sancionarlo.
“Las perlas” viperinas de Robertson son abundantes y existe suficiente material para armar un buen expediente judicial e iniciar acciones legales en su contra. Su historia, merece ser repasada:
Hace tan sólo veinte años la derecha religiosa de Estados Unidos era considerada como un grupo de fanáticos. Pues bien, en 1988 la cosa cambio, gracias al “iluminado” Pat Robertson que fundó la poderosa Coalición Cristiana. “Dios me ha enviado aquí para comprar tu emisora”, dijo al comprar una televisión local en Virginia por 37.000 dólares. La cadena la rebautizó con el nombre de “Christian Brodcasting Network” (CBN) y le adjudicó un claro objetivo: “Alabar a Dios Todopoderoso”.
El telepredicador que actualmente manda su mensaje “altruista” a todo Estados Unidos y a 180 países en más de 70 idiomas, quiso ser presidente, por supuesto, patrocinado por el Partido Republicano; pero negoció y se retiró antes de que las primarias las ganara George Bush (padre) de quien es amigo personal.
Robertson es un hombre que se ha fabricado su propia historia. Durante su precampaña electoral para ser presidente, se descubrió que mintió al señalar que “combatió” en la guerra de Corea (1950-1953); sus excompañeros dijeron que sólo había hecho el trabajo de cantinero, un puesto que aprovechó para “empinar el codo” y tomar todo el alcohol que podía de manera gratuita. Su afición etílica --extinta o no-- es otro de los elementos que comparte con Bush (junior), quien al dejar la bebida se convirtió en “cristiano renacido”.
Ante una carrera política frustrada, Robertson fue ganando más adeptos desde el púlpito. Su “mensaje” fue expandiéndose y ahora tiene un imperio valorado en 200 millones de dólares repartidos por Asia, Oriente Medio, África y Latinoamérica. Además de la televisión y las emisoras de radio, Robertson posee una universidad, una compañía aérea; incluso una productora de cine en Hollywood. El libro La mejor democracia que el dinero puede comprar, de Grez Palast, explica los pormenores de su fortuna empresarial.
Su holding es tan extenso y poderoso que hace unos años se descubrió que había invertido en las minas de Zaire para extraer diamantes a través de una empresa asociada con el dictador africano Mobutu Sese Seko. La fortuna de Robertson crece vertiginosamente, gracias a la exención de impuestos que le concede el gobierno, ya que su imperio, al estar considerado una “organización altruista”, no tiene imposiciones.
A cambio, Robertson ha ido creando un sector social intolerante, radical y belicoso. Sus mensajes han sido objeto de escándalo en multitud de ocasiones, como cuando en 1992 señaló que el feminismo es “un movimiento socialista contrario a la familia, que estimula a las mujeres a abandonar a sus maridos, matar a sus hijos, practicar la brujería, destruir el capitalismo y a convertirse en lesbianas”.
Luego de los ataques del 11 de septiembre, Robertson tuvo su propia interpretación de la tragedia: “Fue un castigo divino, porque esa ciudad esta llena de paganos, abortistas, feministas, gays, lesbianas y organizaciones liberales de toda índole”.
Robertson es un homófobo público bastante conocido. En Escocia durante un viaje que realizó en 1999 con fines empresariales, soltó su retahíla contra los homosexuales y el Bank of Scotland decidió romper el acuerdo que tenía para hacer negocios con él, ya que la entidad financiera calificó de “irrealizables” los planes de asociación de un negocio de servicios bancarios por teléfono en Estados Unidos.
El telepredicador no sólo odia a los gays y lesbianas, también a los árabes. Sus declaraciones sionistas han dado la vuelta al mundo. Para él, los islamistas son peor que Hitler: “Adolf Hitler era malo, pero lo que los musulmanes quieren hacer con los judíos es peor”, ha dicho.
El amigo de los Bush ha decidido ondear la bandera de David y junto a sus compañeros de púlpito ha lanzado una cruzada en favor de Israel. El sueño de Bush (padre), Bush (junior) y el telepredicador, es crear una reorganización estratégica en Oriente Medio en vista a beneficiar la “causa israelí” para después repartirse el petróleo.
Robertson se ha aliado con el poderoso “lobby judío” para apoyar todas las decisiones de Ariel Sharon, incluso su polémica doctrina militar. El mensaje evangelista de este hombre, difunde que Israel es la tierra prometida por Dios a lo judíos y que los palestinos son “invasores” que deben abandonar el país. Su discurso sionista ha calado tanto, que actualmente uno de cada tres estadunidenses apoya la llamada “causa judía”.
De hecho, lo que se conoce como el “cinturón de la Biblia” en Estados Unidos que dio la última victoria a Bush, es también denominado el “cinturón de seguridad para Israel”. Robertson y los suyos están en contra de crear un estado palestino.
Esta alianza judeocristiana dio sus resultados: el 40 por ciento de los votos que Bush obtuvo proceden de las fuerzas extremistas evangelistas ligereadas por Robertson, quien considera que la lucha por la tierra de Israel es “la política exterior de Dios” y que, por tanto, el actual inquilino de la Casa Blanca llegó allí por un “mandato divino”.
A cambio, el presidente ha creado el programa de “Iniciativas Basadas en la Fe”, para canalizar miles de millones de dólares al grupo de Robertson con el objetivo, nunca transparente, de ejecutar “programas sociales” e imponer su visión fundamentalista en la educación, salud y las instancias gubernamentales.
Robertson es un hombre peligroso. Ha convertido la llamada “guerra contra el terrorismo” que sostiene George Bush (junior) en una guerra entre judeocristianos y musulmanes. El llamado “choque de civilizaciones” del xenófobo Samuel Hungtinton.
A cambio de los hombres estadunidenses que ofrecieron instrucción moral durante la guerra de Vietnam, Estados Unidos posee ahora un grupo de telepredicadores extremistas encabezados por Robertson. La enajenación que esta gente puede llegar a producir casos de “suicidios colectivos” de fieles que obedecen la voz de su amo. Hay millones de personas que siguen al pie de la letra lo que dice el telepredicador Pat.
El “rearme moral” de Estados Unidos a manos de estos exaltados, es una amenaza no sólo para Hugo Chávez, sino para el mundo entero. Acompañados por el presidente, el fenómeno judeocristiano está destruyendo el legado de 30 años en ciencia, educación, política y Estado de derecho en Estados Unidos.
Robertson impulsa día a día su agenda ultraconservadora sentado frente a los hombres que dirigen Estados Unidos. Su “sugerencia” de matar al presidente venezolano, es sólo una muestra de lo que hace regularmente para crear una especie de “teocracia imperial” dirigida por los designios de Dios Todopoderoso.
El lunes 22 de agosto, mirando a los ojos a miles de televidentes que sintonizan cada noche su programa El Club 700 –transmitido por la cadena CBN (el canal cristiano en E.U que llega a más de un millón de estadounidenses– Robertson sugirió al gobierno del presidente George W. Bush, "deshacerse" del mandatario venezolano.
"(Chávez) es un peligro terrorífico para Estados Unidos y convendría asesinarlo antes de que convirtiera a Venezuela en una plataforma de lanzamiento para la infiltración comunista y el extremismo musulmán (…) Tenemos la capacidad de eliminarlo y creo que ha llegado el momento de ejercer esa capacidad", dijo Robertson, a su audiencia.
Robertson representa a una minoría del Partido Republicano, razón por la cual sus declaraciones nunca son echadas en saco roto. No en vano, el presidente George W. Bush lo ha recibido en varias ocasiones en la Casa Blanca e incluso y le ha concedido varias entrevistas.
En el pasado, ‘Pat’ Robertson criticó a Estados Unidos por no aprovechar el golpe contra el mandatario venezolano:
La postura del pastor frente a Chávez no es nueva. Durante el golpe de Estado de 48 horas contra el presidente venezolano (2002), Robertson, –multimillonario fundador de la Coalición Cristiana de Estados Unidos– acusó al gobierno Bush de "no actuar oportunamente en un momento crucial". E
El pastor, ex candidato a la presidencia de EEUU por el partido republicano (1992), se ha declarado abierto partidario del movimiento sionista. Es un fuerte opositor de los matrimonios gay, el aborto, y la pornografía, a los que califica como "amenazas tan peligrosas para el país como los mismos lugartenientes de Osama Ben Laden o los talibanes en Afganistán".
En el 2002, sostuvo que el Corán, libro sagrado de los musulmanes, estimulaba el asesinato de los miembros de otras religiones. También ha equiparado a algunos jueces estadounidenses, entre ellos miembros de la Corte Suprema de Justicia, con "terroristas".
"El presidente venezolano, Hugo Chávez, consiguió un nuevo mejor amigo esta mañana: el evangelista de televisión Pat Robertson. Con su asombroso llamado para asesinar al líder izquierdista (...), Robertson con seguridad logrará hacer de Chávez un ícono antiyanqui aún más popular en Venezuela, Latinoamérica y alrededor del mundo". (Tim Padgett, columnista de la revista 'Time')
El vicepresidente José Vicente Rangel, catalogó de "declaración terrorista" las palabras del pastor ultraconservador evangélico estadounidense Pat Robertson, quien el lunes dijo, a través de su programa de TV Club 700, que "ha llegado la hora" de asesinar a Hugo Chávez para evitar una guerra costosa. "Existe una normativa legal en EEUU que condena y castiga declaraciones de esta naturaleza. Es de una hipocresía inmensa mantener un discurso contra el terrorismo y al mismo tiempo que en el seno de esa nación haya declaraciones evidentemente terroristas, como las producidas por el pastor de la Coalición Cristiana", dijo.
El representante del Departamento de Estado de EEUU, Sean MacCormack, rechazó que las palabras del pastor, un "ciudadano privado", representen la posición del gobierno Bush.
"No compartimos sus puntos de vista y nos parece que su comentario es imprudente. Cualquier acusación o insinuación de que estemos considerando acciones hostiles contra Venezuela o su gobierno es totalmente carente de fundamento", añadió.
El secretario de Defensa de EEUU, Donald Rumsfeld, también rechazó la declaración del pastor arguyendo que el gobierno estadounidense "no hace ese tipo de cosas". Para el embajador venezolano en EEUU, Bernardo Álvarez, hace falta una condena "más firme y clara por parte de la Casa Blanca", pues estas declaraciones no son "de una persona cualquiera (…) es una persona de mucha exposición pública, con vinculaciones con la administración actual".
Chávez, que se encontraba en Cuba visitando a su colega y amigo, el presidente Fidel Castro, prefirió ser poco expresivo, según dijo, porque en ese momento no había sido informado de las declaraciones de Roberston: "Ahora, lo que opinen, ni me va ni me viene", añadió. Pero días después -algo alarmado, opinando sobre las declaraciones de Pat Roberston, dijo "Si me pasa algo el culpable se llama George W. Bush".
Las perlas de Pat Robertson
La agencia Apro, despachó desde la ciudad de San Francisco, la siguiente nota:
El multimillonario telepredicador Pat Robertson, amigo personal de los Bush, tiene un historial viperino digno de estudio psicológico y judicial.
El aguerrido sionista, lleva 30 años insultando y amenazando, de manera impune a todo aquel que difiera con su “cruzada” judeocristiana, intensificada en Estados Unidos desde que George Bush junior, llegó al poder.
¿Quién es el pastor millonario que pidió matar a Hugo Chávez?
Con 30 millones de cristianos evangelistas en Estados Unidos, encabezados por un cristiano renacido en la Casa Blanca, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ya puede tomar sus precauciones para salvaguardar su vida, luego de la “solicitud” de asesinato hecha por Robertson.
La petición textual del predicador está grabada y ha sido difundida una y otra vez por televisión: “Si Hugo Chávez cree que estamos tratando de asesinarlo, creo que deberíamos hacerlo”.
Al ver el escándalo que armaron sus palabras quiso cambiarlo al día siguiente: “Esperen un minuto, yo no dije asesinato”. Yo dije que nuestras fuerzas especiales tienen que dejarlo fuera y “dejarlo fuera” tiene un número diferente de interpretaciones, incluyendo el de secuestro”.
Su “aclaratoria” no sirvió para nada. El escándalo continuó, y entonces lo quiso arreglar: “¿Es correcto llamar al asesinato? No, y yo me disculpo por mi declaración. Hablé bajo la frustración y para complacer al hombre que piensa que Estados Unidos quiere matarlo”; pero insistió: “Chávez ha hecho causa común con terroristas como Carlos, alias ‘El Chacal’, ha visitado Irán, y se ha referido a Saddam Hussein y Fidel Castro como sus camaradas.”
Desde luego, eso no puede ser calificado como una disculpa y tampoco debería de ser suficiente para que este señor continúe utilizando su imperio mediático para seguir amenazando e insultando a los que piensan de manera distinta a él.
Si esa amenaza la hace “Pepito Pérez” no pasa nada, pero si la hace un señor que tiene 5 millones de audiencia diarios en sus medios de comunicación, entonces hay que preocuparse. El señor, no es un simple ciudadano como dijo el portavoz de la Casa Blanca intentando deslindarse de sus afirmaciones, Pat Robertson es un personaje público, un servidor de culto, con una gran influencia entre la población. Una pieza clave del Partido Republicano que le dio millones de votos a George Bush en las últimas elecciones. Entonces, el gobierno estadunidense debería aplicar medidas de oficio para sancionarlo.
“Las perlas” viperinas de Robertson son abundantes y existe suficiente material para armar un buen expediente judicial e iniciar acciones legales en su contra. Su historia, merece ser repasada:
Hace tan sólo veinte años la derecha religiosa de Estados Unidos era considerada como un grupo de fanáticos. Pues bien, en 1988 la cosa cambio, gracias al “iluminado” Pat Robertson que fundó la poderosa Coalición Cristiana. “Dios me ha enviado aquí para comprar tu emisora”, dijo al comprar una televisión local en Virginia por 37.000 dólares. La cadena la rebautizó con el nombre de “Christian Brodcasting Network” (CBN) y le adjudicó un claro objetivo: “Alabar a Dios Todopoderoso”.
El telepredicador que actualmente manda su mensaje “altruista” a todo Estados Unidos y a 180 países en más de 70 idiomas, quiso ser presidente, por supuesto, patrocinado por el Partido Republicano; pero negoció y se retiró antes de que las primarias las ganara George Bush (padre) de quien es amigo personal.
Robertson es un hombre que se ha fabricado su propia historia. Durante su precampaña electoral para ser presidente, se descubrió que mintió al señalar que “combatió” en la guerra de Corea (1950-1953); sus excompañeros dijeron que sólo había hecho el trabajo de cantinero, un puesto que aprovechó para “empinar el codo” y tomar todo el alcohol que podía de manera gratuita. Su afición etílica --extinta o no-- es otro de los elementos que comparte con Bush (junior), quien al dejar la bebida se convirtió en “cristiano renacido”.
Ante una carrera política frustrada, Robertson fue ganando más adeptos desde el púlpito. Su “mensaje” fue expandiéndose y ahora tiene un imperio valorado en 200 millones de dólares repartidos por Asia, Oriente Medio, África y Latinoamérica. Además de la televisión y las emisoras de radio, Robertson posee una universidad, una compañía aérea; incluso una productora de cine en Hollywood. El libro La mejor democracia que el dinero puede comprar, de Grez Palast, explica los pormenores de su fortuna empresarial.
Su holding es tan extenso y poderoso que hace unos años se descubrió que había invertido en las minas de Zaire para extraer diamantes a través de una empresa asociada con el dictador africano Mobutu Sese Seko. La fortuna de Robertson crece vertiginosamente, gracias a la exención de impuestos que le concede el gobierno, ya que su imperio, al estar considerado una “organización altruista”, no tiene imposiciones.
A cambio, Robertson ha ido creando un sector social intolerante, radical y belicoso. Sus mensajes han sido objeto de escándalo en multitud de ocasiones, como cuando en 1992 señaló que el feminismo es “un movimiento socialista contrario a la familia, que estimula a las mujeres a abandonar a sus maridos, matar a sus hijos, practicar la brujería, destruir el capitalismo y a convertirse en lesbianas”.
Luego de los ataques del 11 de septiembre, Robertson tuvo su propia interpretación de la tragedia: “Fue un castigo divino, porque esa ciudad esta llena de paganos, abortistas, feministas, gays, lesbianas y organizaciones liberales de toda índole”.
Robertson es un homófobo público bastante conocido. En Escocia durante un viaje que realizó en 1999 con fines empresariales, soltó su retahíla contra los homosexuales y el Bank of Scotland decidió romper el acuerdo que tenía para hacer negocios con él, ya que la entidad financiera calificó de “irrealizables” los planes de asociación de un negocio de servicios bancarios por teléfono en Estados Unidos.
El telepredicador no sólo odia a los gays y lesbianas, también a los árabes. Sus declaraciones sionistas han dado la vuelta al mundo. Para él, los islamistas son peor que Hitler: “Adolf Hitler era malo, pero lo que los musulmanes quieren hacer con los judíos es peor”, ha dicho.
El amigo de los Bush ha decidido ondear la bandera de David y junto a sus compañeros de púlpito ha lanzado una cruzada en favor de Israel. El sueño de Bush (padre), Bush (junior) y el telepredicador, es crear una reorganización estratégica en Oriente Medio en vista a beneficiar la “causa israelí” para después repartirse el petróleo.
Robertson se ha aliado con el poderoso “lobby judío” para apoyar todas las decisiones de Ariel Sharon, incluso su polémica doctrina militar. El mensaje evangelista de este hombre, difunde que Israel es la tierra prometida por Dios a lo judíos y que los palestinos son “invasores” que deben abandonar el país. Su discurso sionista ha calado tanto, que actualmente uno de cada tres estadunidenses apoya la llamada “causa judía”.
De hecho, lo que se conoce como el “cinturón de la Biblia” en Estados Unidos que dio la última victoria a Bush, es también denominado el “cinturón de seguridad para Israel”. Robertson y los suyos están en contra de crear un estado palestino.
Esta alianza judeocristiana dio sus resultados: el 40 por ciento de los votos que Bush obtuvo proceden de las fuerzas extremistas evangelistas ligereadas por Robertson, quien considera que la lucha por la tierra de Israel es “la política exterior de Dios” y que, por tanto, el actual inquilino de la Casa Blanca llegó allí por un “mandato divino”.
A cambio, el presidente ha creado el programa de “Iniciativas Basadas en la Fe”, para canalizar miles de millones de dólares al grupo de Robertson con el objetivo, nunca transparente, de ejecutar “programas sociales” e imponer su visión fundamentalista en la educación, salud y las instancias gubernamentales.
Robertson es un hombre peligroso. Ha convertido la llamada “guerra contra el terrorismo” que sostiene George Bush (junior) en una guerra entre judeocristianos y musulmanes. El llamado “choque de civilizaciones” del xenófobo Samuel Hungtinton.
A cambio de los hombres estadunidenses que ofrecieron instrucción moral durante la guerra de Vietnam, Estados Unidos posee ahora un grupo de telepredicadores extremistas encabezados por Robertson. La enajenación que esta gente puede llegar a producir casos de “suicidios colectivos” de fieles que obedecen la voz de su amo. Hay millones de personas que siguen al pie de la letra lo que dice el telepredicador Pat.
El “rearme moral” de Estados Unidos a manos de estos exaltados, es una amenaza no sólo para Hugo Chávez, sino para el mundo entero. Acompañados por el presidente, el fenómeno judeocristiano está destruyendo el legado de 30 años en ciencia, educación, política y Estado de derecho en Estados Unidos.
Robertson impulsa día a día su agenda ultraconservadora sentado frente a los hombres que dirigen Estados Unidos. Su “sugerencia” de matar al presidente venezolano, es sólo una muestra de lo que hace regularmente para crear una especie de “teocracia imperial” dirigida por los designios de Dios Todopoderoso.
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