Surge nueva clase de ricos en Venezuela
STEVEN DUDLEY/The Miami Herald
CARACAS
Conducen automóviles nuevos y relucientes como Hummers y Audis; usan fabulosos relojes Cartier y llevan bolsos Montblanc. Compran apartamentos lujosos y vuelan a Miami en aviones privados. Y casi siempre pagan en efectivo.
Se trata de la llamada ''Boliburguesía'', una palabra que se deriva de burguesía bolivariana, y también una referencia a la supuesta revolución bolivariana que a favor de los pobres de Venezuela, declaró el presidente socialista de ese país, Hugo Chávez.
Pero los altos precios del petróleo y los intentos de Chávez para eliminar a los viejos ricos, que por lo general se oponen a su política, han abierto las puertas a una nueva clase de ricos como banqueros, contratistas de petróleo y funcionarios que se han beneficiado enormemente de los enormes gastos del gobierno.
''Los carros se venden como pan caliente'', dijo Héctor Márquez, que trabaja en Caracas en un concesionario de autos de lujo, y que en los últimos meses ha visto cómo el negocio se ha inundado de visitantes con maletas repletas de dinero en efectivo. ``No podemos satisfacer la demanda''.
Según analistas, estos nuevos ricos se encuentran principalmente en las industrias del petróleo, las finanzas, la construcción, así como en el sector gubernamental, y sus riquezas provienen en gran parte de sus contactos en un país que en estos momentos tiene dinero en abundancia, ya que es el quinto exportador de petróleo del mundo.
''Todas estas riquezas sólo pueden explicarse por la estrecha conexión que tienen estas personas con el gobierno, ya que se han vuelto ricos con mucha rapidez'', dijo José Guerra, ex funcionario del Banco Central, que en la actualidad trabaja como profesor de economía en la Universidad Central de Venezuela, en Caracas.
Desde que fue electo presidente en 1998, Chávez ha visto cómo el precio mundial del barril de petróleo ha pasado de $10 a los más de $70 que cuesta ahora. El gobernante venezolano ha empleado todos los millones de dólares que ha ganado para financiar docenas de proyectos sociales a favor de los pobres en todo el país, pero también para brindarle un gran respaldo económico a vecinos de la región, desde Cuba hasta Argentina.
Sin embargo, el creciente auge económico no sólo ha ayudado en algo a los pobres, lo que hace que muchos recuerden lo que ocurrió en los años 70, cuando otra explosión económica descomunal desató un boom de gastos, lo que motivó que en sorna al país se le conociera como Venezuela Saudita.
Empresarios astutos se han aliado con el gobierno para subirse al tren. Entre las principales figuras de la Boliburguesía hay hombres como Wilmer Ruperti, uno de los primeros negociantes que apoyaron al régimen de Chávez durante una grave huelga nacional que se realizó a finales del 2002 y en la que se pedía la renuncia de Chávez.
Ruperti, que entonces era propietario de una pequeña compañía de envíos, obtuvo que los tanqueros ayudaran al gobierno a romper la huelga contra las exportaciones de petróleo. Cuando dos meses después, la huelga fracasó, Ruperti recibió una medalla de manos de Chávez y varios lucrativos contratos para ampliar su negocio, lo que motivó que el boletín de la industria, Lloyd's List, lo calificara como ``el empresario marino con el toque de Midas''.
''Para mí, no fue nada político. Fue simplemente negocio'', le dijo Ruperti a Lloyd's List en una entrevista que accedió a dar en el 2004. ``Estoy con el presidente porque es el único político que ha protegido el comercio marítimo''.
Actualmente, la firma de Ruperti es uno de los más importantes abastecedores de la empresa estatal de petrolera, Petróleos de Venezuela (PDVSA), y ha logrado amasar una cuantiosa fortuna, suficientemente grande como para gastar $1.6 millón en una reciente subasta de Christie's en la que compró dos pistolas que pertenecieron a Bolívar, el héroe personal de Chávez.
Los expertos afirman que el gobierno también ha contratado nuevos abastecedores que se encargan de comprar artículos como computadoras, y que trabaja con más bancos que anteriores gobiernos, al tiempo que contrata a compañías constructoras poco conocidas para de este modo mejorar la infraestructura.
''Lo que ha hecho Chávez es aumentar el capitalismo'', expresó Juan Carlos Zapata, director del semanario local Descifrado, que dedicó una reciente edición a los nuevos ricos. ``Están aprovechando el auge del petróleo, y eso genera más consumos''.
Las ventas de automóviles Audi en Venezuela han aumentado un 25 por ciento desde el año pasado, según el representante en Caracas de Audi, Federico Baeza. En el 2005, el whisky Chivas Regal de 18 años duplicó sus ventas, según la revista Producto. Por su parte, Vita di Luca, propietario de la firma VitArte, que da consejos profesionales en el mercado del arte, dice que en los últimos dos años se ha producido un incremento de 25 por ciento en compras de objetos de arte. ''Esta gente compra de todo: relojes, bolsos, plumas, cualquier cosa'', dijo la empleada de una tienda de Montblanc en un centro comercial en Caracas, que no quiso que su nombre se mencionara porque no estaba autorizada para hablar con un reportero. ``Lo más curioso es que sólo usan dinero en efectivo, sobre todo los militares''.
Chávez, ex coronel del ejército, tiene a muchos oficiales de las fuerzas armadas ocupando posiciones claves en las agencias civiles de su gobierno.
''Uno percibe el sentimiento de prosperidad que recorre todos los niveles de la sociedad'', observó Edmond Saade, presidente de la Cámara de Comercio e Industria Venezolana-Americana.
Un ejecutivo de la aviación que vive en Miami dijo que ha visto un evidente aumento en las compras de artículos de lujo de la nueva clase venezolana. ''Los nuevos ricos gastan su dinero en cosas caras, no sólo aviones, sino incluso yates sofisticados'', expresó el ejecutivo, que no quiso identificarse por temor a que su negocio pueda ser afectado.
De igual modo, el imparable boom ha estado acompañado de acusaciones de corrupción masiva, tal como ocurrió en la década del 70.
El año pasado, Guerra, el ex funcionario bancario, denunció que $4,000 millones habían desaparecido de las arcas de la PDVSA. Mientras tanto, también en el 2005, la Asamblea Nacional abrió una investigación sobre un negocio en que a Ruperti se le pagó dos veces por un envío de gasolina que PDVSA hizo a Estados Unidos. La investigación continúa.
''En algún lugar de todo este monumental caos, muchos han visto una oportunidad única para aprovecharse y ganar dinero en grandes cantidades'', dijo Robert Bottome, director del boletín noticioso VenEconomía.
Igualmente, algunas familias ricas están aprovechando la pragmática asociación que tienen con el gobierno, dijeron Zapata y otros analistas. Sin embargo, otras que se oponen abiertamente a Chávez están sufriendo por su postura.
El Grupo Polar, la compañía de servicios alimenticios más grande del país, que en el 2002 respaldó la huelga, parece estar afrontando serias dificultades, dijo Bottome. El año pasado, partidarios del gobierno se apoderaron de un granero propiedad de Polar, lo que provocó que se desatara una batalla legal. A diferencia de las empresas distribuidoras de alimentos que están a favor del gobierno, Polar no tiene fácil a uno de los mercados que más dinero genera en Venezuela: los supermercados dirigidos por el gobierno.
El frenético auge de compras, no obstante, no ha sido acompañado por inversiones a largo plazo, afirman analistas como Saade, lo que hace que muchos piensen que la furia del boom durará poco y su único efecto duradero será la inflación que seguirá a su paso. Los nuevos ricos, junto a los viejos ricos, parecen estar satisfechos de obtener ganancias a corto plazo mientras puedan, tal vez temiendo que el día menos pensado Chávez se apodere de sus riquezas.
Ya Chávez ha obligado a las compañías privadas de petróleo a pagar impuestos y derechos más altos, además de haber intervenido las tierras y fábricas que su gobierno ha calificado de ``ociosas''.
''Chávez representa la arbitrariedad, y estos ricos saben que los planes de él apuntan al socialismo'', dijo Zapata, el director de Descifrado. ``Lo que están tratando de hacer es acumular la mayor cantidad de dinero en el menor tiempo posible''.
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