16.8.06

Países ricos, agua pobre

La escasez de agua va a ser un problema a nivel mundial del que no se van a salvar ni siquiera los países ricos, debido a su mala gestión de los recursos hídricos, según un informe de la organización WWF/Adena hecho público con motivo de la Semana Mundial del Agua, que se celebra la semana que viene.

Según el responsable del Programa Agua de WWF, Guido Schmidt, países como España, Australia, EEUU, Japón y Reino Unido gestionan inadecuadamente el líquido elemento, a juicio de la organización, que ha elaborado el informe, con alcance global, en vísperas de Semana Mundial del Agua, un foro anual dirigido a la comunidad internacional encargada de la gestión de los recursos hídricos, que se celebrará en Estocolmo entre los días 20 y 26 de agosto.

En el informe de WWF, siglas de World Wildlife Fund (Fondo Mundial de la vida salvaje), bajo el título de Rich countries, poor water (países ricos, agua pobre), se dibuja un panorama a nivel internacional y se advierte de que la crisis del agua no será un problema exclusivo de los países pobres. Así, señala que el cambio climático está provocando sequías recurrentes en Europa, sobre todo en el sur, y que a esta escasez se unen problemas como la mala gestión del recurso y la pérdida de humedales, ha convertido en mundial la crisis del agua y no diferencia entre países ricos y pobres.

Más en concreto, señala problemas como la pérdida de agua en las redes de suministro por averías o por la excesiva antigüedad de las instalaciones, los regadíos inadecuados y la acumulación turística en las costas mediterráneas, o el deshielo de los glaciares debido al calentamiento global.

Cita los ejemplos de ciudades como Houston o Sydney, que gastan agua a un ritmo mayor de la que la recuperan, o el de Londres, cuyas viejas cañerías pierden al día el equivalente a 300 piscinas olímpicas.

También advierte de que los países desarrollados están sobreutilizando los recursos hídricos de los países pobres, donde se produce parte de las frutas, verduras o la ropa –todas estas actividades implican gasto de agua- que consumen los más afortunados.

Dar ejemplo

Para Schmidt, "la crisis de agua en los países ricos prueba que los recursos económicos y las infraestructuras no constituyen ningún seguro contra la escasez, la contaminación, el cambio climático ni las sequías". En su opinión, "resulta evidente que no existe ningún sucedáneo a la protección de los ríos y sus zonas húmedas", y que la agudización de la crisis del agua, tanto en países pobres como ricos, constituye una llamada de alarma para volver a la protección de la naturaleza como fuente de agua.

Por ello, la organización llama a los países ricos a dar ejemplo de buena gestión modernizando sus sistemas de distribución para evitar pérdidas o poniendo en marcha políticas que ayuden a acabar con la polución y el cambio climático, así como promoviendo la cooperación internacional para preservar el agua, el único elemento sin el que ningún ser vivo puede seguir siéndolo.

No hay comentarios.: