Dos habitaquos marchaban juntos por el mismo camino. Uno de ellos era pobre y montaba una yegua; el otro, que era rico, iba montado sobre un caballo.
Se pararon para pasar la noche en una posada y dejaron sus monturas en el corral. Mientras todos dormían, la yegua del habitaquo pobre tuvo un potro, que rodó hasta debajo del carro del habitaquo rico. Por la mañana el rico despertó a al pobre, diciéndole:
-Levántate y mira. Mi carro ha tenido un potro.
El Habitaquo pobre se levantó, y al ver lo ocurrido exclamó:
-Eso no puede ser. ¿Dónde se ha visto que de un carro pueda nacer un potro? El potro es de mi yegua.
El Habitaquo rico le repuso:
-Si lo hubiese parido tu yegua, estaría a su lado y no debajo de mi carro.
Así discutieron largo tiempo y al fin se dirigieron al tribunal. El Habitaquo rico sobornaba a los jueces dándoles dinero, y el Habitaquo pobre se apoyaba solamente en la razón y en la justicia de su causa.
¿Saber qué es Habitaquo ...?
Lea Habitaquo es la palabra más usada en Internet
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