21.1.08

Obama se mueve entre riqueza y pobreza

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Escribió Vargas Llosa hace poco (leer artículo) que algo se asoma en la figura de este hijo de un africano y una blanca de Kansas de origen nórdico "que, gracias a su talento, pasó por la mejor universidad de Estados Unidos, al igual que Michelle, su mujer —Harvard— y luego de esa sobresaliente formación, en vez de ir a hacerse rico en un gran bufete de abogados neoyorquinos o en la ejecutiva de una transnacional, prefirió ir a sepultarse 10 años en las barriadas más miserables de Chicago, organizando a los marginales y a los desempleados para dotarlos de los recursos políticos y culturales que les permitieran salir de la pobreza".

Sin embargo, otras personas lo analizan de otra manera

Der Spiegel, la famosa revista alemana, presenta una nota sin firma en la que dice que el candidato Obama pronunció hace varias semanas un discurso ante unos 200 residentes del empobrecido vecindario de Anacostia en Washington DC. El discurso cubrió principios básicos y giró en torno de la pobreza y la riqueza.

- Obama dijo todo lo que necesita decir un candidato que quiere ganar el voto de los pobres, entregando una robusta dosis de aquello que los especialistas en campañas llaman “alimento para el alma”.

Leamos el resto de lo que ferozmente en contra dice el artículo sobre Obama:
“GOBIERNO GRANDE”

El candidato procede sobre la base de que nadie en la audiencia es capaz de aritméticas mentales. Después de todo, si su discurso se convierte mañana en política gubernamental, el nuevo Presidente tendría que ir derecho al Fondo Monetario Internacional, al día siguiente, a pedir un préstamo.

Obama está postulando lo que los republicanos llaman “Gobierno grande”, un Estado gastador. Promete medicina socializada sin decir cómo la financiará. Quiere fundar un banco nacional para los pobres, basado en el concepto del Banco Mundial; quiere entregar dinero a los centros extra-escolares y transformar el salario mínimo en un verdadero sueldo vital que aumentaría automáticamente según la inflación.

Italia tuvo esta “escala móvil” durante décadas. Demostró ser un programa ideal para devaluar la moneda, que es la razón por la que los italianos fueron tan poco sentimentales al dejar la lira por el euro.

Barack Obama es un candidato que conoce y se dirige a las zonas cómodas de cualquier audiencia. Habla de liderazgo pero abomina que lo sigan. Quiere ser moderno pero mucho de lo que dice suena altamente anticuado. Sus argumentos de venta para el sudeste de Washington se derivan exclusivamente del tesoro escondido de los liberales de la vieja escuela. Sus ideas sobre el Estado de bienestar se remontan a Martin Luther King Jr., como lo admite abiertamente.

“Si podemos hallar el dinero para poner a un hombre en la Luna, entonces podemos hallar el dinero para poner a un hombre de pie”, dice, citando al líder de los derechos civiles. Ello puede sonar bien, pero sobre todo suena ingenuo.


PROGRAMA CARO

Cualquiera con cierta sensatez sabe de antemano quién terminará pagando por estas opciones: la clase media. Por eso es que el programa de Obama no es sólo caro sino también demencial. La clase baja en Estados Unidos es masiva: 40 millones de personas viven bajo la línea de pobreza. Pero no es lo bastante grande como para ofrecer la base para una victoria electoral. Los pobres tienden menos a votar que el promedio y no puede darse por sentado que los pobres votarán automáticamente por la izquierda. De hecho, muchos viven en la izquierda pero votan por la derecha.

Por esto fue que Bill Clinton apeló tan hábilmente en sus campañas a las “olvidadas clases medias”. Y que Gerhard Schröder tuvo éxito en Alemania al convocar a la “nueva clase media” en 1998. Pero Barack Obama está pescando en un estanque mucho más pequeño.

Pero ¿debieran tomarse en serio los discursos de campaña? Probablemente no, dicen aquellos que saben. El ex Presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, un gran Mandatario en tiempos de guerra y un apasionado de las campañas, sentía que era irrazonable pedirle que se atuviera a sus promesas de campaña: les decía a sus críticos que los discursos de campaña eran simples carteles, y no grabados.

TEMAS DE OBAMA

Cinco temas básicos del programa de Obama son:

1. Impuestos: su reducción por valor de 85.000 millones de dólares para beneficiar a 150 millones de contribuyentes mediante el recorte de las ganancias de capital y sobre el patrimonio de los más ricos. Además, el compromiso de acabar con los paraísos fiscales;

2. Inmigración: apoyar un incremento de la cuota de inmigrantes legales y la facilitación de la nacionalidad para los ‘sin papeles’, la integración y el aprendizaje del inglés;

3. Irak: retirada de las tropas en un plazo de 16 meses;

4. Cambio climático: encabezar una cruzada nacional e internacional para imponer límites a emisiones de carbón y la aplicación de un programa económico que reduzca la emisión de gases de efecto invernadero.

Fuentes: La Opinión Portafolio

1 comentario:

Anónimo dijo...

Colin Powel es asesor de Obama. Se retiró del protagonismo polítyico por el temos a ser asesinado. ¿Le pasará algo a Barak Obama?