Por                                Esteban Valenti
                             Bitácora, Uruguay
                           
                                                            La globalización nadie la                                niega, pero se basa en un equívoco gigantesco:                                considerar que los mismos procesos suceden de la                                misma manera en todo el orbe. Falso. Hay dos                                mundos diferentes que conviven bajo el lema de la                                globalización. Ambas realidades están                                profundamente emparentadas, dependen una de otra.                                En realidad, la globalización "rica" progresa y                                avanza con el aporte insustituible de la                                globalización "pobre".
Uno de los procesos más globales es el                                endeudamiento de los países, es la consecuencia                                directa de la circulación acelerada de los                                capitales.
                           
                             En treinta años, de 1970 al 2000 la deuda externa                                de los países llamados en desarrollo aumentó 35                                veces, pasando de 72.700 millones de dólares a                                2.527.50 (dos billones 527 mil 500 millones de                                dólares). En 1970 la deuda externa representaba el                                10% del Producto Bruto Interno de esos países,                                mientras que en el 2000 alcanzó el 37% del PBI.
                           
                             En 1990 los países del sur pagaron 163.800                                millones de dólares equivalente al 3.8% de su PBI                                a los países ricos por concepto de su deuda                                externa. En diez años, es decir en el año 2000,                                esa cifra aumentó en un 243%, alcanzando los                                398.900 millones de dólares, equivalentes al 6% de                                su PBI. Esto representa siete veces lo que                                recibieron de ayuda los países del sur en el mismo                                período. América Latina y el Caribe pagaron en el                                2000 la cantidad de 127.500 millones de dólares,                                el 31.2% del total de los países del sur.
                               
19.12.06
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