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El sesenta por ciento de la población urbana de los países en desarrollo ha sido víctima de la delincuencia durante los últimos cinco años, según un informe de la ONU divulgado hoy en Londres.
El documento, reseña Unión Radio en Caracas, titulado "Mejorando la Seguridad Urbana: Informe Global sobre Asentamientos Humanos 2007", aborda los problemas de seguridad, los desahucios forzosos o los desastres tanto naturales como causados por el hombre en las ciudades.
El texto "rompe con la habitual idea equivocada de que los ricos son los más afectados por la delincuencia debido a sus recursos", dijo la directora ejecutiva del Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (UN-Hábitat), Anna Tibaijuka.
En un mundo en el que más de la mitad de la población vive en ciudades, el informe advierte de que "la delincuencia va en aumento".
Desde 1980 hasta 2000, los delitos aumentaron mundialmente un treinta por ciento, de 2.300 a 3.000 por cada 100.000 personas.
Esa realidad se aprecia especialmente en regiones como Latinoamérica, el Caribe, Europa del Este y África, frente a América del Norte o Europa Occidental, donde ha disminuido el número de delitos durante el periodo 1980-2000.
"En Latinoamérica, por ejemplo, donde el 80 por ciento de la población es urbana, las áreas metropolitana de rápida expansión de Río de Janeiro (Brasil), Sao Paulo (Brasil), Ciudad de México y Caracas registran la mitad de los delitos violentos de sus respectivos países", subraya el documento.
Según el estudio de Naciones Unidas, las áreas urbanas sufren en general más delincuencia y violencia que las zonas rurales, como ilustra el ejemplo de Jamaica, donde la gran mayoría de los asesinatos se cometen en la capital, Kingston.
Aunque las ciudades son blanco de atentados como los de Madrid (2004), Londres (2005) o Bombay (India, 2006), el informe afirma que "el impacto de los ataques terroristas es significativamente pequeño en comparación con los delitos comunes u otros tipos de violencia".
Otro problema es "la prevalencia de hasta cien millones de niños en las calles de ciudades de todo el mundo", que "perpetúa el tráfico de drogas y personas, la violencia interpersonal, el abuso infantil y la pobreza".
En opinión de Tibaijuka, "la violencia urbana erosiona el capital social de los pobres", que, por si fuera poco, también soportan la mayoría de los desastres naturales y humanos que golpean al planeta.
Según ONU-Hábitat, el 98 por ciento de los 211 millones de afectados por desastres naturales desde 1991 hasta 2000 residían en países en desarrollo.
Como apunta en el prólogo del informe el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, "la vulnerabilidad de las ciudades se está incrementando como resultado del cambio climático", si bien los pobres parecen más expuestos a esos riegos que los acaudalados.
La ONU también aborda el inconveniente de los desahucios forzosos, que se ceban en particular con los mil millones de personas que habitan en los barrios marginales del mundo, la mayoría de los cuales viven en los países pobres o en vías de desarrollo.
"La inseguridad de los inquilinos -indica el informe- desemboca a veces en desahucios forzosos, con al menos dos millones de personas desahuciadas anualmente".
El documento de la ONU se difundió poco antes de celebrarse este 1 de octubre el Día Mundial del Hábitat con el lema "Una ciudad segura es una ciudad".
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