Por un colchón llegó al éxito. Aunque no se proponía vender colchones y su gran sueño era ser maestro, ha logrado un negocio millonario en el corazón de Nueva York.
Preseverancia, trabajo y pensar en grande recompensaron a este ecuatoriano, nacido en un pueblito cercano a Colombia y emigrado a Nueva York, en la segunda década de su vida, aunque en la cima del exito, los sueños y metas cumplidas no se hayan materializado siempre en la forma que el lo planeó.
En 1973, se convirtió en el gerente de una muebleria en Nueva York y cuando se dio la oportunidad compró su negocio con los ahorros y con lo que pudo.
Siempre con la sonrisa y la mirada lista para estudiar a su interlocutor, Napoleón Barragán bromea. Dice que "en ese entonces a veces no teníamos con que pagar la cuenta de consumo eléctrico, ahora las cantidades del negocio son millonarias, pero los retos son los mismos".
Ahora, desde su cómoda oficina en el almacen en Long Island, en Nueva York desde donde parcialmente se maneja la empresa pequeña privada de más éxito en el país, el camino andado para este empresario cuyos inicios en el comercio se dieron distribuyendo en burro bebidas en los barrios pobres de Colombia le hace esbozar en su cara una sonrisa permanente.
Napoleón Barragán es muy conocido en Nueva York, en su país natal y en el mundo empresarial por ser un innovador en los negocios y abrir brecha a los hispanos en el mundo de los negocios.
"Nunca terminas de aprender". Esa ha sido la gran filosofía de su vida. Ahora enseña sus experiencias a jóvenes tanto de Estados Unidos como de América Latina.
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