Las posibilidades de ser alcohólico son mayores si usted tiene un nivel de ingresos bajo. Pero consuélese: si sufre esa enfermedad, tiene muchas más probabilidades de superarlas que si es rico. Por la sencilla razón de que usted no se va a poder permitir ser alcohólico.
Según señala un artículo publicado por Elmundo.es, si cae víctima del alcohol, puede perder el trabajo y acabar de vagabundo. Pero, si es rico, es menos probable que su vida social se vea devastada por esa enfermedad.
Ésas son las conclusiones de un monumental estudio que la Universidad de Harvard está llevando a cabo acerca de la evolución psicológica del ser humano. Es un análisis de la salud psíquica de 268 licenciados varones de los años que van de 1939 a 1944, entre los que están el ex presidente de EEUU John Fitzgerald Kennedy y el ex director de 'The Washington Post' Ben Bradlee.
Es un estudio muy sesgado, porque los graduados de Harvard son ricos. Así que la Universidad lo ha completado con otro análisis sobre la evolución de 465 varones de zonas deprimidas de la ciudad de Boston, junto a Harvard.
La comparación de ambos grupos refleja las grandes diferencias que el entorno socioeconómico hace en la personalidad. Mas todavía si, como es el caso del estudio de Harvard, éste se realiza desde el punto de vista de la adaptación de las personas a sus circunstancias.
RAZONES
Pero hay un elemento que es particularmente interesante: los hombres de las zonas deprimidas tienen el 50% de posibilidades de convertirse en alcohólicos que los de Harvard. Pero también cuentan con el doble de probabilidades de dejar el alcoholismo.
Según el psiquiatra George Vaillant, que lleva dirigiendo el estudio de los graduados de Harvard desde hace más de 40 años, la cuestión es simple: el dinero. En 1983 Valliant analizó la cuestión en su monumental 'The natural history of alcoholism' ('La historia natural del alcoholismo') y llegó a la siguiente conclusión: "La diferencia [en la capacidad de vencer a la adicción al alcohol] no tiene nada que ver con los tratamientos, la inteligencia, el cuidado de uno mismo o el peligro de perder algo valioso. Tiene que ver con tocar fondo".
"Una persona que duerme bajo un puente puede, en un momento dado, admitir que es un alcohólico, pero el tipo al que los camareros sacan dando tumbos de un club privado cada noche, no".
Así pues, cuando los ricos beben más que los pobres, no se dan cuenta. En último término, es una cuestión económica. Dicho sea de paso, Valliant sabe de lo que habla. El nació en una familia muy rica. Pero su padre era depresivo alcohólico y se suicidó de un tiro en la cabeza a los 44 años, cuando Valliant tenía 10. Acaso si hubiera sido pobre habría escapado de ese destino.
El estudio de los graduados de Harvard también ha definido siete elementos que definen una buena salud psíquica y física en la vejez: Ser capaz de adaptarse psicológicamente a las circunstancias de la vida; Tener un nivel educativo alto; Tener una relación de pareja estable; No fumar; No abusar del alcohol; Hacer algo de ejercicio y No tener sobrepeso.
Curiosamente, según Valliant, tener el colesterol alto a los 50, por ejemplo, no incide en la salud a partir de los setenta. Pero si es importante cumplir al menos cuatro de esos siete elementos.
Según señala un artículo publicado por Elmundo.es, si cae víctima del alcohol, puede perder el trabajo y acabar de vagabundo. Pero, si es rico, es menos probable que su vida social se vea devastada por esa enfermedad.
Ésas son las conclusiones de un monumental estudio que la Universidad de Harvard está llevando a cabo acerca de la evolución psicológica del ser humano. Es un análisis de la salud psíquica de 268 licenciados varones de los años que van de 1939 a 1944, entre los que están el ex presidente de EEUU John Fitzgerald Kennedy y el ex director de 'The Washington Post' Ben Bradlee.
Es un estudio muy sesgado, porque los graduados de Harvard son ricos. Así que la Universidad lo ha completado con otro análisis sobre la evolución de 465 varones de zonas deprimidas de la ciudad de Boston, junto a Harvard.
La comparación de ambos grupos refleja las grandes diferencias que el entorno socioeconómico hace en la personalidad. Mas todavía si, como es el caso del estudio de Harvard, éste se realiza desde el punto de vista de la adaptación de las personas a sus circunstancias.
RAZONES
Pero hay un elemento que es particularmente interesante: los hombres de las zonas deprimidas tienen el 50% de posibilidades de convertirse en alcohólicos que los de Harvard. Pero también cuentan con el doble de probabilidades de dejar el alcoholismo.
Según el psiquiatra George Vaillant, que lleva dirigiendo el estudio de los graduados de Harvard desde hace más de 40 años, la cuestión es simple: el dinero. En 1983 Valliant analizó la cuestión en su monumental 'The natural history of alcoholism' ('La historia natural del alcoholismo') y llegó a la siguiente conclusión: "La diferencia [en la capacidad de vencer a la adicción al alcohol] no tiene nada que ver con los tratamientos, la inteligencia, el cuidado de uno mismo o el peligro de perder algo valioso. Tiene que ver con tocar fondo".
"Una persona que duerme bajo un puente puede, en un momento dado, admitir que es un alcohólico, pero el tipo al que los camareros sacan dando tumbos de un club privado cada noche, no".
Así pues, cuando los ricos beben más que los pobres, no se dan cuenta. En último término, es una cuestión económica. Dicho sea de paso, Valliant sabe de lo que habla. El nació en una familia muy rica. Pero su padre era depresivo alcohólico y se suicidó de un tiro en la cabeza a los 44 años, cuando Valliant tenía 10. Acaso si hubiera sido pobre habría escapado de ese destino.
El estudio de los graduados de Harvard también ha definido siete elementos que definen una buena salud psíquica y física en la vejez: Ser capaz de adaptarse psicológicamente a las circunstancias de la vida; Tener un nivel educativo alto; Tener una relación de pareja estable; No fumar; No abusar del alcohol; Hacer algo de ejercicio y No tener sobrepeso.
Curiosamente, según Valliant, tener el colesterol alto a los 50, por ejemplo, no incide en la salud a partir de los setenta. Pero si es importante cumplir al menos cuatro de esos siete elementos.
1 comentario:
plagio total a el mundo!!! que asco
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