7.9.07

Caraota: Comida de pobres y ricos

(Este artículo fue escrito por el propio Miro Popic, el mismo de las guías gastronómica, vial y ecoturística, las cuales edita su empresa). Lo coloco en mi blog porque me parece buenísimo.

Caraota

Por Miro Popic

Por esos misterios de la naturaleza nos tocó comer caraotas negras. Otros pueblos tuvieron mejor suerte y les tocó el foie-gras o el caviar, por ejemplo, pero parece que a nosotros el color oscuro estaba destinado a dominarnos: primero fue el cacao, luego el petróleo y, entre ellos, las caraotas y el negro futuro que nos espera.

Por lo menos las caraotas tienen un punto a favor: son de origen local, son americanas. Unos dicen que se originaron en México, otros que en Suramérica, pero para efectos prácticos no hay diferencia. Fueron y son comida popular y eso es lo que cuenta. Los incas las llamaban purutus y en muchas partes las siguen llamando así, porotos. Los mayas los llamaban búul, los aztecas etl y los indios cumanagotos caraotas. Hay constancia de su cultivo desde hace unos 7.000 años.

Según Lovera, en la Provincia de Venezuela, en 1775, el consumo diario de caraotas era de unos 107,3 gramos que aportaban 333 calorías y la comían tanto los pobres como los ricos.

Un escrito de 1859 da cuenta de que “las caraotas representan el plato principal de la economía venezolana”. Aunque como todo en la vida, también tenían sus detractores.

Cuenta Rafael Cartay que un dominicano que vivió aquí en 1823, Pedro Núñez de Cáceres, escribió: “Las caraotas, especie de baba negra sin la cual no se vive en Caracas... Las caraotas no son ni buenas ni malas sino por el condimento que les pongan; más no han de faltar en ninguna casa; las usan los ricos: las comen los pobres: los presos y los soldados se mantienen con ella; los esclavos apenas conocen otro alimento”.

El mismo Cartay cita a César Zumeta, representante diplomático acreditado en Francia, cuando le dijo a Laureano Valenilla Lanz: “Siempre he pensado que las caraotas negras, por ejemplo, no inspiran grandes cosas. Al Libertador no le gustaban. En París hay venezolanos que las comen. Creo que las encargan de Caracas y ya ve usted los resultados. Usted va a conocer aquí dos categorías de compatriotas: los amigos del gobierno, que no valen nada, y los enemigos, que valen menos. Prescinda de unos y otros. Dedíquese a estudiar, a cultivarse y... suprima las caraotas”.

Por su parte Ramón David León, en su Geografía Gastronómica Venezolana, no dice que la caraota negra es un plato eminentemente democrático, “alimento de las clases pobres, sabe penetrar en los comedores de grandes campanillas, y es muy solicitado por los pudientes. En la mesa de la gente de Caracas no manca, sola o empabellonada, y cada vez consolida más su rancio prestigio”.

Con qué tristeza leo en un periódico que el general Rafael Oropeza, Ministro del Poder Popular para la Alimentación, anuncia la importación de 102 mil toneladas de caraotas.

¿Qué clase de gobierno es este que en nueve años es incapaz de producir el más básico y popular de los alimentos?

Negro futuro el que nos espera si todo sigue rojo, rojito.

Fuente: Tal Cual Digital

2 comentarios:

Anónimo dijo...

dejen de hablar tanta paja del gobierno y preocupense por trabajar ustedes parecen las viejas chimosas del barrio

Anónimo dijo...

Ola, what's up amigos? :)
Hope to receive some assistance from you if I will have any quesitons.
Thanks and good luck everyone! ;)