11.6.08

Mientras más pobres, más afectados


Víctor Salmerón / El Universal

El temblor que produce la aceleración de la inflación no se siente con la misma intensidad en todos los estratos. El Banco Central registra que en Caracas, entre mayo de 2007 y mayo de este año, la incidencia del alza de los precios ha sido de 29,6% en la capa de alto ingreso, mientras que las familias más pobres sufren un impacto de 35,9%.

Los bienes y servicios que mayormente absorben el salario de los hogares de bajo poder adquisitivo, como los alimentos y el transporte, registran alzas muy importantes, esto explica por qué la inflación golpea más a los estratos de menos recursos.

En los últimos doce meses el precio de los alimentos en Caracas muestra un explosivo incremento de 47,3% y de acuerdo con el Banco Central de Venezuela (BCV), el 25% más pobre del país destina 45 de cada 100 bolívares a la compra de comida, mientras que en el estrato de mayor ingreso la proporción es sólo de 15.

Las estadísticas oficiales desnudan que en los últimos doce meses el precio de los productos agrícolas acumula un incremento de 47%, los pesqueros de 35,9% y los elaborados por la agroindustria de 44,1%, mientras que el costo del servicio de transporte aumenta 30,6% y el de salud 34,7%.

Repleto de recursos por el brillo del petróleo el gobierno de Hugo Chávez inyectó altas dosis de dinero a la economía generando un excedente de demanda que sirve de combustible a la inflación.

Para tratar de contener la escalada, el Gobierno controló el costo de una amplia gama de productos, pero entonces la producción sufrió un fuerte desestímulo y la escasez se apoderó de los mercados y abastos.

Fustigado por la ausencia de alimentos, el gabinete económico no ha tenido más alternativa que permitir ajustes de entre 30% y 84% en productos que inciden en la dieta de la población de menos recursos, como pollo, arroz y harina de maíz.
El descontrol

Las estadísticas del Banco Central de Venezuela indican que el control de precios lejos de eliminar la inflación sólo ha servido para represarla.

En los primeros cinco meses de este año los productos no regulados acumulan un salto promedio en todo el país de 12,3% y los sometidos al control de precios 12,3%, es decir, la inflación es mayor en los bienes que en teoría no deberían aumentar.

El mayor desajuste ocurre en Maracaibo, donde los productos controlados acumulan un incremento al cierre de mayo de 12,7% y los sometidos al libre juego de la oferta y la demanda de sólo 9,9%.

Receta monetaria


Frente a la pérdida de efectividad del control de precios el gabinete económico ha tomado otras medidas para tratar de desinflar el globo de la inflación, que en el caso de Caracas el único dato que puede compararse con períodos anteriores suma un avance de 31,4% entre mayo de 2007 y mayo de este año, versus 19,5% acumulado entre mayo de 2006 y mayo de 2007.

La medicina se ha centrado en la convicción de que la inflación obedece principalmente a muchos bolívares intentando comprar pocos productos, de tal forma que es necesario frenar la expansión del dinero.

Para lograr este fin el Gobierno disminuyó el ritmo del gasto público, aumentó las tasas de interés y vendió bonos en dólares para absorber bolívares del mercado, pero el resultado no ha sido el esperado.

Los economistas José Guerra y Orlando Ochoa y el banquero Oscar García Mendoza consideran que la reforma legal que ha permitido utilizar reservas internacionales para gasto público tiene mucho que ver en la aceleración de la inflación.

Más allá de este hecho, Orlando Ochoa considera que las medidas que ha tomado el Gobierno no han servido para contener la inflación porque “es un ajuste parcial, monetarista, que restringe la liquidez pero no estimula la producción”.

Desde su punto de vista es necesario “crear confianza delineando claramente hasta dónde va a llegar la política de estatización y dónde es posible que el sector privado invierta sin que le controlen los precios y registre pérdidas”.

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