16.5.07

¿Qué tienen los ricos que no tienen los demás?


Formaban una extravagante pareja de turistas occidentales: un hombre de unos 40 años y otro de más de 65, volando cometas como críos junto a la Gran Muralla China y, más tarde, comiendo hamburguesas en un McDonalds de Beijing... tras haber presentado los correspondientes vales de descuento en caja.

Eran Bill Gates, presidente de Microsoft, (con una fortuna de más de seis billones de pesetas, según la revista Forbes; el hombre más rico del mundo, tras destronar bit a bit al sultán de Brunei), y Warren Buffet, "el personaje más temido de Wall Street", asesor financiero de Gates , (4º de la lista), calmando el "estrés financiero" con juegos de bajo precio, pero sabiéndose tan poderosos como los emperadores que levantaron esa muralla visible desde la Luna.

Hoy, estos nuevos señores del Planeta -y sus más conspicuos competidores en la lista de los más ricos- levantan formidables murallas financieras para proteger sus imperios en los que nunca se pone el sol. No ambicionan tierras ni pozos de petróleo ni reinos en el sentido tradicional, sino dominar uno de los tres pilares que apuntalan las fortunas del Planeta a las puertas del 2000: el mundo virtual y electrónico -ordenadores, Internet, cadenas de televisión...-; las altas finanzas, es decir, los tentáculos que agitan los hilos de las bolsas internacionales, o las ventas de cualquier cosa... a nivel mundial, desde deportivas a vitaminas, pasando por vaqueros. O sea: el auténtico poder tras el político.

"Hacer el primer millón de dólares no es trabajo fácil", decía Humphrey Bogart en La condesa descalza hace sólo cuatro décadas, cuando los ricos tenían títulos nobiliarios y sus fortunas nacían de la tierra. Pues bien, un millón de dólares es hoy una tontería: los 100 más ricos del mundo acumulan un mínimo de 300.000 millones de pesetas por cabeza. Otro cambio: muchos de los que hoy nadan en dinero partieron de la 'limpieza' más absoluta. De hecho, cinco de los seis norteamericanos más ricos -el 3º es Paul Allen, socio de Gates y el 4º es Lawrence Ellison, de Oracle (los que figuran por delante en la lista americana de Forbes son fortunas familiares)- han montado su imperio a través de la informática.

El mérito de la gran mayoría está en haber convertido el mundo en una aldea global, sin fronteras para sus productos. Desde cervezas (Alfred Heineken), pasando por zapatos deportivo (Philip Knight, de Nike), coches (Agnelli, de Fiat), muebles funcionales (Ingvard Kamprad, de Ikea), vaqueros (familia Haas, de Levi's Strauss), cosméticos (Lilliane de Bettencourt, con L'Oréal, ahora en manos de Nestlé), ropa (Luciano Benetton, Ralph Lauren, Armani...), productos de la comunicación (K. R. Murdoch, magnate del imperio News Corporation, o Ted Turner, fundador de la CNN y socio de Time/Warner), medicamentos (familias Oeri, Hoffman y Sacher, de los laboratorios Roche), objetos de lujo (Bernard Arnault, de Louis Vuitton-Moët/Hennessy o Jean Louis Dumas-Hermès, de Hermès), discos o viajes (Richard Branson, de Virgin)...

Fuente: EL Mundo . es

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