"La meta de un mejor futuro tan solo se alcanzará si el cambio se planea y se administra adecuadamente desde ahora. Para ello, se ha de buscar el progreso en términos de amplia participación social, ideando un nuevo modelo de desarrollo que se compagine con la limitación de muchos recursos en vez de basarse en un consumismo excesivo que emule falsamente el estilo de vida de los países ricos.
En la construcción de dicho futuro, como tanto el Estado como el sector privado tiene un gran compromiso con el desarrollo y una ineludible responsabilidad social".
Enrique Peñaloza, quien fue Alcalde de Bogotá, parece que se refiriese a Caracas.
Al ser entrevistado por El Comercio, diario de Lima, sobre el modelo de ciudad ideal, Peñaloza retrocede 5.000 años en la historia: "Cuando tuvimos ciudades exclusivamente peatonales, pero que en el siglo XX sufren algo muy traumático. A partir de ahí empezamos a hacer ciudades mucho más para la movilidad de los carros que para el goce de las personas, sin comprender que en una ciudad lo más importante es el ciudadano".
Explica que la invasión de automóviles particulares y la creación de más vías está cada día encerrando y aislando a la gente. "Una ciudad donde los centros comerciales sustituyen al espacio público peatonal como lugar de encuentro es una ciudad enferma", asevera. "Una ciudad debe diseñarse para los ciudadanos más vulnerables, para los niños, los ancianos, las personas que se movilizan en silla de ruedas, los ciudadanos más pobres. Si la ciudad es buena para todos ellos, es buena para todos los demás", añade.
"En nuestras sociedades tenemos una perspectiva muy clasista, porque la minoría que tiene automóvil es la que tiene el poder político y que genera todas las presiones, entonces logran que todos los recursos se canalicen a mejorar la movilidad a los automóviles y a descuidar los espacios peatonales".
También dice que esto ha generado que para arreglar los embotellamientos la solución sea la creación de más vías y autopistas rápidas, "que es igual de inútil como tratar de apagar un fuego con gasolina".
"Lo que necesitamos entender es qué es una buena ciudad. Nosotros los humanos necesitamos hacer tres cosas para ser felices:
primero, no sentirnos inferiores ni excluidos;
segundo, como las aves necesitan volar o los peces nadar, nosotros necesitamos caminar; y tercero, necesitamos estar con gente, ver gente".
"¿Cómo no sentirnos excluidos?", se pregunta Peñaloza. "El principio más importante en una democracia es que el interés general prevalezca sobre el particular", asegura. "Lo que tiene que haber es una alternativa de servicio público más rápida que el servicio particular. Que las personas tengan su carro particular si lo desean, pero que no lo utilicen en las horas pico".
El ex alcalde explica que una buena ciudad es aquella en la que la gente quiere salir al espacio público. "Una ciudad de calidad tiene que tener espacios peatonales tan excelentes que incluso los ricos no puedan dejar de salir a ellas", reafirma. "Tener aceras y ciclorrutas protegidas no es algo simpático, es un derecho, es un símbolo que demuestra que un ciudadano en una bicicleta de 30 dólares es igual a un ciudadano en un carro de 30 mil dólares".
Peñaloza asegura que no está en contra del uso del automóvil, sino que hay un conflicto entre una ciudad que es más amiga del auto y otra que es especialmente amable para los seres humanos: "Si tenemos grandes vías rápidas, estas encierran a los seres humanos, son peligrosas, hacen ruido, generan contaminación, es decir esta ciudad se deshumaniza, entonces tiene que haber un límite, un punto".
El ex alcalde agrega que en forma paralela al conflicto por el espacio entre los carros y los peatones existe el de los recursos fiscales, "porque si yo me pongo a hacer grandes intercambios viales y vías rápidas, lo que estoy es quitándole recursos a los ciudadanos más pobres, a las escuelas, a las bibliotecas, a los parques, a los programas de vivienda, a los hospitales, para atender las necesidades de los ciudadanos de ingresos más altos que tienen embotellamientos de tráfico".
Vía Proyecto Zoom: Calles para la ciudad
(La foto de cicloruta que ilustra este artículo fue tomada del artículo Bogotá, la mejor ciudad del mundo)
Nota al pie del post: Bogotá fue una de las 16 ciudades escogidas por los organizadores de la Bienal X Bienal de Arquitectura de Venecia, en 2006, no ya como la mejor sino como una que tiene los mayores desafíos entre las grandes urbes de la humanidad en el siglo. Entre las ciudades elegidas estuvieron también Barcelona (España), Berlín (Alemania), Estambul, Johannesburgo, Londres, Nueva York y Los Angeles (EEUU), Ciudad de México, Milán-Turín (Italia), Bombay (India), Sao Paulo (Brasil), Caracas, Shangai (China) y Tokio, todas ellas con diferentes alternativas de solución a sus diversos problemas urbanos. Se me informó que arquitectos venezolanos que asistieron al evento dieron luces de cómo se puede "salvar" a la capital venezolana, hundida por años en numerosos errores y caos. Ojalá sea así.
1 comentario:
Caracas es más bonita que Bogotá.
Jesús Acosta T.
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