Desigualdad intacta
· Carlos Crespo
· Carlos Crespo
En Venezuela no ha habido cambios sustanciales en el área socioeconómica Desde sus inicios la revolución bolivariana prometió reducir la brecha entre los pobres y ricos, para así asestar un golpe mortal a la desigualdad. Sin embargo, tanto el investigador social Luis Pedro España, como el director de la firma Datanálisis, Luis Vicente León, argumentan que el aumento del poder adquisitivo de los sectores populares no representa un cambio en la estructura socioeconómica del país.
Un reciente estudio realizado por la firma Datanálisis concluye que los estratos D y E de la población –los más bajos de la pirámide– mejoraron su ingreso real entre 60 y 100 puntos porcentuales durante los últimos ocho años. En otras palabras, al menos en lo que se refiere a poder de compra, los sectores populares son los más beneficiados por la administración del presidente Chávez.
Consultado sobre estas cifras el director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UCAB, Luis Pedro España, advierte que las empresas encuestadoras (entre ellas Datanálisis) suelen aglomerar a grupos disímiles en los llamados sectores D y E: “Normalmente ahí agrupan al 80% de la población”, por lo que los resultados acerca del aumento en el ingreso se aplican a la población en general. Inclusive, en términos per capita, uno podría decir que el ingreso ha sido mayor en los estratos altos que en los populares”.
Esto, continúa España, se debe a que los sectores medios y altos están en mejor capacidad de aprovechar el boom petrolero.
En contraposición al sociólogo, el director de Datanálisis asegura que los únicos beneficiados por el auge petrolero son los sectores D y E: “En el caso de los estratos A, B y C el ingreso ha caído, pues es más bajo de lo que era en diciembre de 1998. El ingreso realmente ha subido sólo en el estrato más pobre”.
MISIONES VS. BUROCRACIA
En lo que sí están de acuerdo ambos analistas es en que la fuente del aumento del ingreso de los sectores más necesitados son los dólares procedentes del imperio; mientras que el sustento del consumo proviene fundamentalmente de las importaciones, lo que no se corresponde precisamente con un esquema socialista y autosuficiente de Gobierno. Sin embargo, vuelven a diferir en cuanto a la forma en la que esos ingresos llegan a las clases más desfavorecidas.
Para León, las clases D y E acceden a la renta petrolera a través de transferencias y donaciones directas, personificadas en los programas sociales del Gobierno: “60% del gasto (público) son donaciones y transferencias a la población más pobre”, y agrega que esta situación explica el respaldo que los sectores populares brindan al primer mandatario.
En cambio para España el impacto real de las misiones es mucho más reducido. “Eso es un poco la mitología que se ha creado, eso no es cierto. El ingreso a través de transferencias de los sectores populares representa solamente el 11% del total de sus ingresos”.
Para este investigador la explicación de este aumento residiría principalmente en el robustecimiento y la expansión de la burocracia pública.
Acerca del impacto social de estos cambios los dos analistas vuelven a coincidir al asegurar que el esquema social venezolano no se ha modificado con la revolución bolivariana. Esto es que no se ha producido la ansiada y necesaria movilidad hacia arriba para que haya menos pobres y más clase media. León lo coloca de la siguiente manera:
“Hay una diferencia muy grande entre el cambio del estatus socioeconómico e incremento en el nivel de ingreso, y en Venezuela no ha habido cambios sustanciales en el área socioeconómica”.
Un reciente estudio realizado por la firma Datanálisis concluye que los estratos D y E de la población –los más bajos de la pirámide– mejoraron su ingreso real entre 60 y 100 puntos porcentuales durante los últimos ocho años. En otras palabras, al menos en lo que se refiere a poder de compra, los sectores populares son los más beneficiados por la administración del presidente Chávez.
Consultado sobre estas cifras el director del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UCAB, Luis Pedro España, advierte que las empresas encuestadoras (entre ellas Datanálisis) suelen aglomerar a grupos disímiles en los llamados sectores D y E: “Normalmente ahí agrupan al 80% de la población”, por lo que los resultados acerca del aumento en el ingreso se aplican a la población en general. Inclusive, en términos per capita, uno podría decir que el ingreso ha sido mayor en los estratos altos que en los populares”.
Esto, continúa España, se debe a que los sectores medios y altos están en mejor capacidad de aprovechar el boom petrolero.
En contraposición al sociólogo, el director de Datanálisis asegura que los únicos beneficiados por el auge petrolero son los sectores D y E: “En el caso de los estratos A, B y C el ingreso ha caído, pues es más bajo de lo que era en diciembre de 1998. El ingreso realmente ha subido sólo en el estrato más pobre”.
MISIONES VS. BUROCRACIA
En lo que sí están de acuerdo ambos analistas es en que la fuente del aumento del ingreso de los sectores más necesitados son los dólares procedentes del imperio; mientras que el sustento del consumo proviene fundamentalmente de las importaciones, lo que no se corresponde precisamente con un esquema socialista y autosuficiente de Gobierno. Sin embargo, vuelven a diferir en cuanto a la forma en la que esos ingresos llegan a las clases más desfavorecidas.
Para León, las clases D y E acceden a la renta petrolera a través de transferencias y donaciones directas, personificadas en los programas sociales del Gobierno: “60% del gasto (público) son donaciones y transferencias a la población más pobre”, y agrega que esta situación explica el respaldo que los sectores populares brindan al primer mandatario.
En cambio para España el impacto real de las misiones es mucho más reducido. “Eso es un poco la mitología que se ha creado, eso no es cierto. El ingreso a través de transferencias de los sectores populares representa solamente el 11% del total de sus ingresos”.
Para este investigador la explicación de este aumento residiría principalmente en el robustecimiento y la expansión de la burocracia pública.
Acerca del impacto social de estos cambios los dos analistas vuelven a coincidir al asegurar que el esquema social venezolano no se ha modificado con la revolución bolivariana. Esto es que no se ha producido la ansiada y necesaria movilidad hacia arriba para que haya menos pobres y más clase media. León lo coloca de la siguiente manera:
“Hay una diferencia muy grande entre el cambio del estatus socioeconómico e incremento en el nivel de ingreso, y en Venezuela no ha habido cambios sustanciales en el área socioeconómica”.
2 comentarios:
interesante blog!... así es mi amigo... la homogeneidad es más difícil de alcanzar... cada día más difícil a pesar de la contradicción de lo q denominamos: aldea global
Saludos Berenjena:
Bienvenid@ a mi blog. Creo que no es posible nunca lograr la igualdad, porque no son iguales ni los dedos de las manos. Pero sí disminuir las disparidades, como sucede, por ejemplo, en los países nórdicos como Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Bélgica...
Al menos, hay que intentarlo.
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