Matanza de bebés, niños y jóvenes pobres

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Me impactó muchísimo un artículo publicado por dos lectores del diario Tal Cual, sobre la matanza de niños y jóvenes de sectores populares caraqueños. Lo transcribo:

Deanna Albano y Leonardo Rodríguez, a propósito del caso de la desaparición de Madeleine, una niña británica de cuatro años, en Portugal, conmovió a millones de personas en el mundo entero, dicen que en Venezuela, ocurre casi todos los días, lo que se ha convertido en una cultura de la muerte y parece no conmover a nadie, un delito que no tiene perdón, como el que está sucediendo en Caracas.

El infierno lo están viviendo padres y madres que, petrificados, desconcertados, ven morir a sus pequeños hijos delante de sus ojos.

- Un bebé de seis meses, fue asesinado por un adolescente de 18 años, con un tiro en la frente.

- El 4 de agosto Michael, ganador de muchos trofeos y medallas, de 17 años, fue asesinado cerca de su casa en Charallave.

- Una niña de 18 meses, María Alejandra, y su madre de 17 años, María Norelkys, fueron asesinadas en el penal de La Planta, en septiembre.

- Un adolescente de 17 años, John, recibió un disparo de escopeta en la avenida Baralt.

- Dos adolescentes fueron asesinados el 2 de octubre cuando regresaban del colegio en una camioneta que se dirigía a Los Teques: Daysabel, una niña de 16 años, Darnuis, un niño de 13 años. En el mismo hecho murió Maikel, joven de 18 años, el 2 de octubre.Los agresores, jóvenes de 18 años, y uno de 23 años, jugando a ser vaqueros de la justicia, cargan pistolas y ocasionan muertes, frustrando carreras, separando familias. Otro agresor, muchacho de 16 años involucrado en el homicidio, también murió en circunstancias poco claras.

- Guillermo, de 16 años, estudiante de modelaje, fue ultimado en El Guarataro el 29 de septiembre.

Estos son sólo algunos de los hechos desgarradores, en sólo dos meses, que unen en un destino atroz a bebés, niños, niñas, adolescentes y jóvenes, víctimas y victimarios, en una red de violencia, asombro, impotencia, rabia, frustración, culpa.

Concluyen: "El ominoso silencio que rodea la matanza de bebés, niños y niñas nos hace cómplices a todos".