Desde mediados de los años ochenta la inversión privada ha caído de un promedio entre 12% y 13% del PIB nacional hasta una tasa aproximada entre 3% y 4% que representa actualmente.
El Estado, por su parte, tiene hoy una participación de 8% en el PIB.
José Luis Betancourt, presidente de Fedecámaras, anunció que “hay que pasar de ese 12% de inversión privada y pública hasta una tasa entre 20% y 25% del PIB (que equivale entre 24 mil y 30 mil millones de dólares por año) para generar 650 mil empleos anuales durante el próximo lustro y empezar a combatir realmente la pobreza en el país, pues cada año se incorporan 400 mil nuevas personas a la fuerza laboral”.
El representante de los empresarios agregó que “para propiciar el desarrollo también es necesario establecer un acuerdo nacional entre el Estado y el sector privado, lo cual incluye solucionar las faltas de la Ley de Simplificación de Trámites Administrativos, eliminar la alta discrecionalidad del Gobierno con los controles de precio y cambio, así como la incertidumbre política en general”.
Según cálculos de Fedecámaras, de las personas ocupadas actualmente, 3,9 millones están en el sector formal y otras 5,2 millones, en el informal. Las cifras del desempleo incluyen los 9,6 millones de venezolanos admitidos por el INE, pero a este número Betancourt le suma “el millón de personas que han sido incluidas en la población económicamente inactiva en los dos últimos años, que reciben subvenciones por vía directa (léanse Misiones) y no son trabajadores productivos”. Vale destacar que 11% de los ocupados (unas 1,2 millones de personas) trabajan menos de 20 horas semanales, por lo que carecen de empleo estable y no gozan de los beneficios sociales de ley.
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