La historia de Huang Guangyu, el hombre que comenzó vendiendo radios en la calle y hoy cuenta con la mayor fortuna de China, bien podría servir de modelo para un país que celebró con entusiasmo la máxima 'enriquecerse es glorioso' de Deng Xiaoping hace ya casi 15 años.
El joven empresario de 37 años, presidente de la cadena de electrodomésticos Gome Electrical Appliences, es uno de los máximos exponentes de la nueva generación de emprendedores chinos, despiertos, inteligentes, y aupados por la expansión y la apertura económica del gigante asiático.
Huang nació en la provincia manufacturera de Cantón, al sur del país, de ahí que su nombre también se conozca por la transcripción cantonesa Wong Kwong-yu.
De ideas muy claras y un agudo olfato para los negocios, Huang abandonó el colegio a los 16 años y se trasladó a Pekín con tan solo una maleta cargada de radios y otros pequeños electrodomésticos.
Llegó con 500 dólares en el bolsillo
Con un capital de 500 dólares , el cantonés abrió su primer negocio en 1985, un pequeño puesto callejero que, gracias a sus bajos precios, consiguió eliminar a su competencia en poco tiempo.
Hoy Gome es la mayor cadena de electrodomésticos de China, que cuenta con más de 500 tiendas, y el conocido como 'carnicero de los precios' ocupa desde hace varios años la lista de los hombres más ricos de China.
Pero si su trayectoria simboliza bien la reciente historia económica del país, su fortuna es un reflejo del desarrollo de la sociedad china, especialmente de su clase media.
Alejados de la austeridad de los años más duros del comunismo, los nuevos consumidores, a los que la bonanza económica del país ha dotado con un modesto poder adquisitivo, se han lanzado a comprar los símbolos de la clase media china: el aire acondicionado y el móvil.
Esta inversión en el confort ha elevado la fortuna de Huang hasta los 2.300 millones de dólares (1.800 millones de euros). Sin embargo, el futuro no va a ser precisamente un camino de rosas para el príncipe de las ofertas.
Gome se enfrenta a una cada vez mayor competencia de minoristas extranjeros como la estadounidense Wal-Mart y la francesa Carrefour, que han florecido en China a la luz de la entrada de el país asiático en la Organización Mundial de Comercio en 2001, con la que Pekín se comprometió a una mayor apertura económica.
Asimismo, esta misma semana ríos de tinta han inundado los rotativos chinos poniendo en duda la honestidad de Huang, después de que la prestigiosa revista económica 'Caijing' denunciara que el magnate estaba siendo investigado por recibir préstamos ilegales valorados en 165 millones de dólares.
Según la publicación, Huang y su hermano mayor Huang Junqin solicitaron un préstamo valorado en esa cantidad a una sucursal pequinesa del Banco de China hace más de diez años, crédito que aún no ha sido devuelto.
Al parecer, la esposa del magnate, Du Juan, trabajó durante la década de los 90 en esa misma oficina del banco en el departamento de préstamos, acusaciones que han sido negadas por la empresa.
Pero el joven emprendedor de Cantón no es un hombre que se esconda ante las adversidades. El pasado julio acordó la compra del grupo competidor China Paradise para reducir costes y ganar cuota de mercado, y anunció la apertura de unas 200 tiendas nuevas durante este año. (Efe)
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3 comentarios:
Qué tal?? eso es tener ingenio para hacer las cosas, ganas de trabajar y apoyo económico.
eso es derribar a la competencia... pero los precios no son rentables...
Como es posible ser el mas rico en un pais comunista cuando hay millones de chinos que no tienmen para comer??? cosa de locos, donde esta el comunismo???
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