Países ricos firmarán acuerdo para desarrollo de vacunas destinadas a naciones pobres

El grupo de los siete países más ricos (G7) del mundo firmará el viernes un acuerdo por el que otorgará 1 500 millones de dólares para el desarrollo de vacunas destinadas a los estados pobres, informó el martes el gobierno de Italia, que se encuentra entre quienes encabezan la iniciativa.

El nuevo programa, denominado Compromisos Avanzados de Mercado para Vacunas y auspiciado por el G7, “apunta a salvar millones de vidas en los países más pobres y apoyar su crecimiento económico con nuevos métodos”, dijo el Ministro de Economía italiano.

El mecanismo incluye como compromiso prioritario las donaciones de los estados para la compra de vacunas que están en desarrollo a un precio preferencial, una vez que se aprueben, por lo que se crearía un mercado de demanda líder para nuevas vacunas necesarias en países pobres.

Italia, Gran Bretaña, Canadá y Noruega anunciarán sus compromisos de financiamiento el viernes en la ceremonia a la que asistirán el Ministro de Economía italiano, Tommaso Padoa-Schioppa; el británico, Gordon Brown; el canadiense, Jim Flaherty; y el titular del Banco Mundial, Paul Wolfowitz.

La Reina Rania de Jordania presidirá el almuerzo y los funcionarios del G7 explicarán el programa de forma personalizada al Papa Benedicto XVI en el Vaticano, el viernes, antes de viajar a Essen, en Alemania, para una reunión del G7, informó el Ministerio de Economía de Italia en un comunicado.

El G7 agrupa a Estados Unidos, Japón, Alemania, Gran Bretaña, Francia, Italia y Canadá.

Fuentes del gobierno italiano dijeron por separado que Roma aportaría hasta 500 millones de dólares para el fondo, mientras que Gran Bretaña contribuiría con otros 400 millones y Canadá y Noruega con 200 millones de dólares cada uno.

El primer blanco al que se apuntará será el neumococo, que causa la neumonía y la meningitis y es una de las principales razones de muerte en niños menores de 5 años en los países pobres, dijeron funcionarios italianos. El objetivo último del plan es combatir el paludismo, el VIH/sida y la tuberculosis.