Lean estos pensamientos de Tomás Borge, comandante sandinista:
"Somos optimistas, herederos de estirpes dulces. Somos pobres y los seguiremos siendo por mucho tiempo. Algún día, gracias a Dios, dejaremos de ser pobres, aunque, gracias a Dios, nunca seremos ricos. Y si lo somos, será en sabiduría, en virtudes.
El género humano no debe ser sentenciado al infierno del maniqueísmo: ser ricos o ser pobres. Podemos dejar de ser pobres, podemos dejar de ser ricos, para entonces ser iguales.
Nosotros, los habitantes del volcán y el olvido, de los cafetales y las grandes metáforas, los desnutridos pero rebeldes habitantes del Tercer Mundo, somos optimistas incurables, mantenemos vivas nuestras esperanzas.Tenemos esperanzas de construir el puente que conduzca a una sociedad donde abunden los toros fornicando en llanos iluminados por la yerba y los tractores, los más increíbles laboratorios, los ríos tumultosos de retruécanos y peces domesticados."
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