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El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó a los países industrializados por no aceptar la reducción de los subsidios agrícolas y afirmó que la interrupción de las negociaciones en la Ronda de Doha fue una muestra de que "acabó la época de la sumisión" de Brasil ante los países desarrollados.
El mandatario explicó que durante las negociaciones, la Unión Europea no aceptó reducir sus tasas y Estados Unidos no cedieron en sus subsidios que conceden a sus agricultores, como lo desean los países en desarrollo.
"Tuvimos por primera vez el coraje de no ceder a los intereses de las economías desarrolladas. Dejamos claro que acabó aquella época de sumisión", afirmó Lula en un discurso en Sao Bernardo do Campo, en la región metropolitana de Sao Paulo.
Lula hizo referencia a la reunión de hace dos semanas en Alemania en la que Brasil, India, Estados Unidos y la Unión Europea intentaron infructuosamente revivir las negociaciones de la Ronda de Doha para la liberación del comercio mundial.
El jefe de Estado brasileño dijo que Estados Unidos no quería disminuir los subsidios a sus granjeros, sino "aumentarlos" y que la Unión Europea "habló y habló pero a la hora de presentar una carta no la presentó".
"Lo que queríamos era ser tratados en pie de igualdad", dijo el presidente brasileño. "El mundo precisa saber que Brasil resolvió asumir su grandeza política y económica", añadió y remarcó: "el respeto es bueno y nos gusta darlo y recibirlo".
Según el gobierno brasileño, en los últimos tres años, los norteamericanos subsidiaron a sus agricultores con unos US$ 15 mil millones y propusieron elevar esta cuota a US$ 17 mil millones.
Lea: Lula es ahora capitalista.
2.7.07
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