7.7.07

Pobres padres chinos

Por LI YAHONG / CHINA HOY

Un grupo de niños espera para someterse al examen de categoría de Erhu.

Li Juan, mamá de Dong Ziyan, hace siete años emplea la bicicleta para llevar a su hijo a una escuela de piano y recogerlo al finalizar las clases.

Con el propósito de facilitar el aprendizaje del pequeño, los padres invirtieron 15.000 yuanes (casi 1.950 dólares) en un piano de la marca Harmony cuando Ziyan tenía cuatro años. Durante los siete años posteriores, cada viernes por la noche Li Juan, tomaba su bici y acompañaba a su hijo a la escuela de piano Jiangjie. Los gastos anuales del curso ascienden a unos 6.000 yuanes (aproximadamente 780 dólares). "Más el costo de la formación antes de participar en el examen de categorías, en total el pago de los estudios completos de esta especialidad equivale a la compra de un auto de nivel medio", que en China está valorado de 200.000 a 300.000 yuanes (de 25.906 a 38.860 dólares), comentó la madre.

En el gigante asiático saber tocar el piano es considerado algo elegante y lujoso y a medida que el nivel de vida del país va subiendo, la mayoría de los padres espera que sus hijos puedan aprender música y elevar así su cultura.

Vale la pena invertir dinero en el curso de música

Dong Ziyan tiene 11 años y ha pasado el examen de la octava categoría del Conservatorio Central de China, penúltimo de los nueve niveles de los que consta el programa.

Una madre selecciona un piano para su hijo.

"No somos millonarios", expresó Li Juan y aclaró que su esposo y ella no piensan dejar que el niño se dedique a la música profesionalmente. Ella es una enfermera de un hospital en Beijing, mientras su marido es un investigador de un instituto. "La enseñanza de nuestro hijo es una prioridad y aunque la inversión en sus estudios consume una tercera parte del ingreso total de la familia, podemos cargarlos".

Lin Jia, directora de los asuntos educativos de la escuela Jiangjie, explicó que normalmente los alumnos participan en 50 clases para pasar cada categoría. El precio promedio de cada hora de estudio en Beijing es de 100 yuanes (unos 13 dólares), más los gastos de trámites de matrículas y otros aspectos. Pasar la novena categoría exige un desembolso de 70.000 a 80.000 yuanes (de 9.067 a 10.362 dólares), cifra que incluye la compra de un piano de nivel medio o bajo. "Si se compara con una década atrás, el precio casi se ha duplicado”.

Aprender música significa un gasto considerable. La escuela secundaria del Conservatorio Central de China goza de fama entre sus similares. Pero los gastos promedio anuales de los escolares allí se estiman en 8.000 yuanes (1.036 dólares). Aún así cada curso el Estado debe aportar una cifra similar por alumno, para ayudarles a terminar los estudios.

"Los niños empiezan a aprender a tocar piano actualmente desde una edad muy temprana, a los cuatro o cinco años, a diferencia de épocas pasadas, en que comenzaban a los diez años", comentó Lin Jia.

Un profesor de este instrumento apuntó que tocar el piano es visto como sinónimo de elegancia y este es el motivo principal por el que los padres deciden que sus hijos lo aprendan.

En el Palacio de Adolescentes del distrito de Xuanwu, en Beijing, Sun Haifeng acompaña a su hija mayor, de 14 años, Wu Chang, y a la menor, de 10 años, Wu Bing, a matricular en los cursos de aprendizaje de flauta de bambú y erhu (violín chino de dos cuerdas).

Un niño llora por no salir bien en el examen de categoría de saxofón en Guizhou

Su hija mayor ha pasado la quinta categoría, luego de tres años y medio de estudios. "Mi mamá es muy desinteresada. Para apoyarnos a mí y mi hermana menor a aprender la música, ha soportado muchas dificultades", dijo Wu Chang, sentada al lado de ésta, que viste un juego de ropa deportiva azul y no lleva maquillaje. Claramente pueden verse los huesos salientes de sus manos ásperas.

El papá de Wu Chang se encarga de contactar con los actores en un conjunto teatral en Beijing. Sun Haifeng trajo a las niñas desde el campo de Liaoning a la capital en 2003 y estableció una escuela de niños de trabajadores campesinos en el poblado Jiugong, distrito de Daxing. Sus dos hijas estudiaban allí, donde se ofrecían cursos de música, lo que permitió a la mayor de las hermanas comenzar a aprender la flauta, cuyos gastos, según la madre, son relativamente baratos. En aquel entonces ella pagaba 60 yuanes extras al profesor cada mes.

Pero en julio de 2006, debido a las malas condiciones, el departamento de administración ordenó cerrar la escuela y ahora las hermanas Wu estudian en una escuela estatal, mientras Sun Haifeng permanece en casa ociosa. "Quiero que las niñas sigan estudiando música, por eso, las envío a este centro".

Wu Chang comentó que la mayoría de sus compañeros en la escuela tienen celular y MP4. Pero ellas no. "Entiendo que mi mamá paga mucho dinero para que yo siga estudiando la flauta. Cada mes los gastos del curso se sitúan en 300 yuanes (unos 39 dólares)".

El mercado de la música promueve los sectores correspondientes

El piano es un instrumento musical bien acogido por los chinos. El vice rector de la sucursal de la Villa Asiática de la escuela Jiangjie, Cui, señaló que en China hay más de diez millones de niños que están aprendiendo piano. Es un grupo tan enorme que si cada alumno compra diez ejemplares de libros y una pieza de instrumento musical, cada diez niños se contrata a un profesor, cada niño presencia un concierto al año y un 10 por ciento de los estudiantes participa en el examen anual de categoría, los beneficios serán considerables.

El alza explosiva del número de alumnos de música hace que la escala del sector sea cada vez más enorme, y a la par va madurando. En cualquier tienda de instrumentos musicales se pueden resolver todos los problemas, desde la compra de un instrumento hasta el tema de la capacitación.

La Asociasión de Músicos de la provincia de Jiangsu realiza un examen de Pipa en Nantong. Una joven violinista toma examen de categoría en Hai´an, provincia de Jiangsu. Li Zhuoru, de seis años, en una clase de piano con su profesora.

En la calle Xinjiekou, en Beijing, se concentran decenas de establecimientos comerciales de este tipo. Uno de ellos es Beijing-dots veterans music Monopoly, cuyo gerente, Liu Qiang, se licenció del ejército en 2003 y se dedica al saxofón. "Un saxo de media categoría cuesta 2.000 yuanes (alrededor de 259 dólares)", expresó el comerciante, que se mostró satisfecho por sus ingresos actuales.

Además, las editoriales y el sector de imprenta también van desarrollándose. Prueba de ello es que la venta de libros e ilustraciones de música de la Editorial de Cultura y Arte de Hunan representan actualmente un 40 por ciento de sus ventas totales, con más de 500 variedades de libros musicales. En sólo unos años esa entidad ha establecido su propia marca.

A medida que aumenta el número de personas que aprenden música, se va ampliando el equipo de los profesores profesionales, alumnos de la carrera de música y escuelas de instrucción en tiempo libre. Zhang Yang, profesora temporal en Jiangjie, graduada del Conservatorio de Tianjin en 2005, vive en Beijing y desde el año pasado prepara cursos de postgrado. Este oficio le permite obtener un ingreso extra mensual de 5.000 yuanes (casi 648 dólares), suficiente para cubrir los gastos normales. El pago es acorde al criterio de un estudiante graduado de la universidad.

Según Zhang Yang, es difícil encontrar maestros excelentes cuyos honorarios sean de 300 yuanes (39 dólares) por clase. El ingreso por trabajo temporal es mucho más alto que el oficial.

En Beijing, se venden bien los boletos de los conciertos de los maestros. Para conmemorar el 110 aniversario del fallecimiento del músico alemán Johannes Brahms, se celebró en abril un concierto en el Conservatorio Central de China. Muchos maestros, incluido Andreas Bach, ganador de la Competencia Internacional de Steinway, en Alemania, tocaron algunas de las preciosas piezas de Brahms. Los boletos para el espectáculo costaron de 50 a 880 yuanes (de 6,47 a 115 dólares) y se vendieron rápidamente. La mayor parte del público eran los alumnos y sus padres.

No hay comentarios.: