Desde Carabobo, el economista Manuel Martínez propone una idea insólita: distribuir la pobreza. ¿Qué les parece el término?. Leamos:
Distribución de la Pobreza
Pretender y divulgar la conseja de que los países pobres pueden sacar de la pobreza a sus respectivos pobres, es como esperar que la madre pobre logre procrear hijos ricos.
Cuando Europa se vio devastada luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial del pasado siglo, no buscó resolver el problema de sus pobres dentro de su propio territorio, no planeó redistribuir su riqueza, ni mucho menos. Por el contrario, buscó que sus pobres emigraran para que otros países ricos o menos pobres sacaran de la pobreza a sus connacionales venidos a menos.
Cuando el asunto de los pobres hace crisis en algunos países, y sus más pobres optan por la migración hacia países mejor potenciados, se logra una doble ganancia social:
1.- El país de origen alivia su carga doméstica o intestina, y
2.- el país huésped consigue una mano de obra más barata, particularmente cuando ésta es ilegal, habida cuenta de que los indocumentados no pueden reclamar los mismos derechos de los trabajadores debidamente inscritos en los registros de pobres como suele conocerse con el nombre de Registro Civil evidenciado en las cédulas de identidad.
Entonces, desde aquí proponemos que los países pobres dejen de seguir solicitando y recibiendo ayuda extranjera proveniente de países ricos mediante adquisición de maquinarias, equipos, patentes, ni mucho menos capital financiero crediticio por blandos que sean los empréstitos a convenir, como tampoco animarse a recibir ni compartir su propia pobreza con países tanto o más pobres que ellos mismos.
Proponemos, más bien, que los países pobres soliciten a los países ricos que les reciban sus buenas dosis de inmigrantes pobres, que compartan sus excedentes alimentarios, sus máquinas y equipos y capitales ociosos con esos pobres inmigrantes.
Esa sería una manera sui géneris de Distribuir la Pobreza entre los países ricos, y dejar de seguir pretendiendo salir de la pobreza dentro de la pobreza misma.
Si a los países ricos les preocupan los pobres, tanto como dicen, deberían abrirles sus fronteras, legalizarles su situación civil, incorporarlos a sus planes ordinarios de desarrollo económico, inculcarles optimismo empresarial, multiplicar su número de ricos, etc, pero debemos dejar de seguir creyendo que los países pobres pueden dejar de fabricar pobres sin salir de éstos, sino mediante las correspondientes migraciones o fugas masivas de sus pobladores más necesitados.
Artículo completo en Soberanía.org
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