11.3.07

La pobreza tiene cara de mujer

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¿Son las mujeres más pobres? ¿Es verdad que son las más pobres entre los pobres? Estas preguntas se han hecho reiteradamente y en distintos lugares para atraer la atención de la sociedad y de los responsables de políticas frente a la precaria situación en que viven miles de mujeres.

El número de mujeres en la fuerza laboral del mundo es mayor que nunca antes, pero la persistencia de la brecha de género contribuye a una "feminización" de la pobreza entre los trabajadores, destacó un nuevo informe difundido por la OIT en ocasión del Día Internacional de la Mujer.

La brecha se manifiesta a través de diferencias entre mujeres y hombres en la situación en el empleo, la seguridad laboral, salarios y acceso a la educación, dice el informe sobre "Tendencias Mundiales del Empleo de las Mujeres 2007" (Nota 1) de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT).

De acuerdo con este informe se ha registrado el número más alto de mujeres que participan en el mercado laboral, incluyendo tanto aquellas que tienen empleo como las que están buscándolo en forma activa. Las estimaciones de la OIT indican que en 2006 había 2,9 mil millones de trabajadores en el mundo, de los cuales 1,2 mil millones eran mujeres.

Pero la OIT destaca que también hay más mujeres que nunca en situación de desempleo (81,8 millones), o destinadas a empleos de baja productividad en la agricultura o los servicios, o recibiendo menos paga por el mismo trabajo de los hombres. Por otra parte dice que el número de mujeres que tienen empleo o lo están buscando dejó de aumentar e incluso declinó en algunas regiones, en algunos casos debido a que más jóvenes reciben educación y no trabajan.

"A pesar de los progresos aún hay demasiadas mujeres atrapadas en trabajos mal retribuidos, con frecuencia en la economía informal, sin suficiente protección legal, con poca o ninguna protección social, y con un alto grado de inseguridad", dijo el Director General de la OIT, Juan Somavia.

"La promoción del trabajo decente como una herramienta fundamental para responder a la demanda mundial de igualdad de género permitirá avanzar en forma importante para mejorar los ingresos y las oportunidades de las mujeres y ayudar a las familias a salir de la pobreza".

En Venezuela

Según el web del Instituto Nacional de Estadística, la población estimada de venezolanas mayores de 18 años asciende a 8.579.599 y la profesora Castillo señala que 30% de las féminas a escala nacional son jefas de familia, es decir, son el sustento económico y emocional del hogar. "En los sectores más pobres esa cifra asciende a 60% y lo negativo de todo esto es que la calidad de vida de la mujer se ve influida por el cuidado de los hijos, la búsqueda de un empleo que ofrezca condiciones laborales dignas, pero además las afecta la inflación porque de ellas depende el hogar y la inseguridad porque los hijos son su principal preocupación", señala la investigadora del Centro de Estudios de la Mujer.

Añade que cuando la mujer debe ser cabeza de familia suele entrar en un círculo vicioso "para lograr que el dinero alcance, en el que en ciertos casos debe pedir a sus hijos mayores que colaboren económicamente con el sostén del hogar.

El otro gran problema es que las hijas hembras suelen quedarse a cargo de la casa mientras mamá trabaja y en ese sentido los embarazos precoces son el inicio de esa pobreza en que vive inmersa la mujer".

Por añadidura, el embarazo adolescente genera para las mujeres menos oportunidades laborales y de mejorar sus condiciones de vida. "Se vuelve un ciclo cerrado, especialmente en los sectores más pobres del país donde la madre tuvo el hijo joven y la historia siempre se repite".

Fuentes: Agencias, ONU, El Universal

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