17.6.07

"Los pobres valen millones"

La banca de microfinanzas despierta inusitado interés en Bolsa

Un artículo difundido por América Economía nos da mayores luces sobre la manera de hacer negocios en Latinoamérica.

Francisca Vega

El mexicano Arturo Monroy es de aquellos hombres difíciles de sorprender. Como director de la banca de inversión de Banorte, corredora que ha participado en 16 colocaciones en los últimos tres años en el mercado mexicano, sabe con creces a cuánto llega el interés de los inversionistas por una nueva empresa que entra a bolsa.

Pero el calculador Monroy quedó con la boca abierta el 20 de abril pasado, cuando el Banco Compartamos –empresa líder en microfinanzas en México– debutó con el 30% de su capital en bolsa. “Todos, sin excepción, quedamos impresionados”, dice. “Los pedidos por acciones volaban; el apetito de los inversionistas por las microfinanzas es feroz”. La demanda por Compartamos superó en 13 veces la oferta, logró canalizar el 30% de las operaciones bursátiles en el gigantesco mercado mexicano en esa jornada y recogió US$ 470 millones en la apertura.

“Superó con creces nuestras expectativas”, dice Fernando Álvarez, director de finanzas del Banco Compartamos, en Ciudad de México, quien conversó con inversionistas en EE.UU., Inglaterra, Brasil, Hong Kong y Singapur. “El 65% de los recursos irán a nuevos programas de microfinanzas e inclusión social”.

Unos de los que siguieron de cerca esa jornada fueron los bancos tradicionales, quienes siguen de cerca cómo los primeros que entraron al negocio de los créditos a corto plazo que no superan los US$ 1.000 se están llenando de dinero en los bolsillos. Y es que ellos también quieren entrar. “En América Latina hay un movimiento importante de los bancos encaminado a la adquisición de organizaciones que estaban dedicadas a las microfinanzas o al microcrédito”, dice Fernando Pozo, presidente de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) y gerente general del Banco Pichincha.

Pozo lo sabe bien, pues su banco, el mayor de Ecuador, desenfundó en mayo pasado US$ 100 millones para comprar la totalidad de la cartera de clientes de Banco Centro Mundo, la unidad ecuatoriana del grupo de entidades microfinancieras Altas Cumbres, fundado por el chileno Santiago Cummins. La operación fue a puerta cerrada y sólo al otro día los empleados fueron informados de que los 300.000 clientes pasarían a manos de Pichincha.

Con ésta, ya suman tres las enajenaciones que hace Cummins desde diciembre. En abril vendió la Corporación Financiera Miravalles y Recaudadora de Costa Rica (Recsa) a la Corporación Tenedora BAC, ligada a la poderosa GE Money, orientada al segmento medio alto, pero que ahora quiere bajar en la pirámide. Aunque ejecutivos de Altas Cumbres no respondieron a los llamados de AméricaEconomía, la operación involucró activos por unos US$ 40 millones, lo que incluyó pasivos por una cifra no revelada.

Otra venta notable de Cummins fue la de la peruana Altas Cumbres Compañía de seguros de Vida al holding ACE. Éste pagó en diciembre unos US$ 25 millones por las primas. “Que te compre una de las aseguradoras líderes del mundo no sucede todos los días”, dice el peruano Julio César Zárate, de la Clasificadora Equilibrum, en Lima. “El chileno Altas Cumbres vende en el minuto correcto”. Según fuentes del mercado, Altas Cumbres está en un proceso de reestructuración, al punto que se habla que vendería el Banco del Trabajo en Perú al poderoso inglés HSBC.

Riesgo es dinero

Una encuesta de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) y el Banco Interamericano de Desarrollo demuestra el interés por las microfinanzas: el 63% de 85 bancos de 19 países de la región cree que entrar al negocio de préstamos de entre US$ 500 y US$ 1.000 es atractivo. Aunque el dinero parezca poco, ocho de cada 10 bancos consideran que el financiamiento de las pequeñas y medianas empresas es un área estratégica de su negocio y el 90% cree que el panorama de la economía es alentador, lo que beneficiará directamente a las microempresas.

Y comprar las microfinancieras que y llevan tiempo en el mercado es para algunos la mejor manera de entrar. “Hay un potencial interesante de sinergia entre un banco comercial y una organización destinada a las microfinanzas”, dice Pozo, de Felaban. “Los bancos poseen infraestructura, tecnología y capacidad de fondeo, la cual puede combinarse con el mejor conocimiento de los clientes y la capacidad de la fuerza de venta específica de las entidades de microfinanzas”.

El atractivo de las microfinancieras creció además porque sus resultados han mejorado mucho con la estabilidad de la economía. “Habían crecido poco, pero ahora, con una economía más estable, la curva se revierte”, dice Enrique Castillo, presidente de la Asociación de Bancos de México. En ese país, por ejemplo, los bancos más activos son Banorte, con Pronegocio; HSBC, con Financiera Independencia, y Banamex, con Crédito Familiar. “En toda América Latina, tomar riesgo va en aumento”, dice Castillo.

En Bolivia y Perú la industria de las microfinanzas tiene 20 años, y en 2000 comenzó a crecer en otros países. No son pocos los bancos que busca desarrollar sus propios canales de microfinanzas. Bancolombia, por ejemplo, colocó en el mercado un millón de tarjetas para personas de bajos recursos y, según la Asociación de Bancos de Colombia, se vincularon 180.000 nuevas personas de bajos estratos sociales al microcrédito en 2006.

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Pobres en la mira


Como prestamista de microempresas y personas de bajos y medianos ingresos, Banco Centro Mundo (BCM), la filial en Ecuador del grupo chileno Altas Cumbres, ha cosechado una amplia clientela de más de 150.000 personas y buenos niveles de rentabilidad.

Pero ahora sale a duplicar la apuesta: entrará este año en el segmento de seguros de salud e incluso no descarta una incursión en comercio.

“En 2006 y 2007 vamos a hacer de todo para fidelizar a nuestros clientes”, dice el chileno Álvaro Valenzuela, gerente del BCM.

La estrategia pasa por buscar volumen entre los clientes pequeños en la medida que éstos vayan ingresando al mercado formal por la vía del microcrédito.

Además, BCM tiene planes para desarrollar un canal de retail propio actuando como grupo –en Perú, Altas Cumbres es dueño del centro comercial Jockey Plaza– y está en negociaciones para llevar su exitosa tarjeta de compras Más a varios almacenes de Ecuador. Pero la entidad no está sola en la puja por integrar a los segmentos D y E. Banco Solidario, líder en Ecuador en la cartera de microcréditos, también se alista para entrar en el negocio de seguros de salud.

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